Abengoa pedirá prórroga al juez con el respaldo del 60% de los acreedores

La multinacional sevillana tendrá que acreditar ese apoyo el Domingo de Resurrección para ganar tiempo y entregar al Juzgado el acuerdo con la adhesión mínima del 75% a finales de abril

16 mar 2016 / 22:59 h - Actualizado: 16 mar 2016 / 23:21 h.
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  • Planta solar con tecnología de torre en el término municipal de Sanlúcar La Mayor. / Pepo Herrera
    Planta solar con tecnología de torre en el término municipal de Sanlúcar La Mayor. / Pepo Herrera

Abengoa comenzó ayer la ronda de presentación del acuerdo de reestructuración alcanzado con bancos y bonistas al resto de acreedores que no han estado en la primera línea de la negociación. Ahora, estos cuentan con el plazo de una semana para decidir si apoyan o no el reflotamiento acordado con el G-7 (Popular, Santander, Bankia, Caixabank, Calyon, HSBC y Sabadell, aunque éste ya ha vendido sus 75 millones de deuda) y otros fondos.

El periodo de adhesión se abre mañana Viernes de Dolores y concluirá el Domingo de Resurrección. Un día después, el Lunes de Pascua, Abengoa tendrá que presentarse en el Juzgado de lo Mercantil número 2 tras agotar los cuatro meses de negociaciones que permite el preconcurso de acreedores. ¿Qué ocurrirá entonces? No hay tiempo material para presentar oficialmente el apoyo del 75 por ciento de los acreedores de la compañía, cuota imprescindible para eludir el concurso, por lo que la intención de Abengoa es pedir más tiempo al juez y hacerlo avalado con el respaldo del 60 por ciento de la deuda financiera. Hasta la fecha, cuenta con el apoyo del 40 por ciento que suman G-7 y bonistas. Para ello, la ingeniería hará uso de la figura de la «homologación», según consta en la presentación remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que le permite presentar el acuerdo con ese porcentaje de adhesión, según fuentes de la firma.

De este modo, el día 27 el auditor tendrá que acreditar el respaldo al plan de ese 60 por ciento para pedir al día siguiente al juez una prórroga con el fin de «elaborar detalladamente el documento completo del plan de viabilidad y conseguir la firma legalmente del 75 por ciento de los poseedores de la deuda», explicaron fuentes de la negociación. Un documento que la ingeniería espera tener culminado a finales del mes de abril.

En una call conference, el resto de acreedores pudo conocer los detalles del plan elaborado por KPMG, entre ellos que Attestor Capital, Centerbridge, DE Shaw Group, Elliott Management, KKR Credit, Oak Hill Advisors y Värde son los fondos que sustentarán la nueva inyección de liquidez de la compañía, por importe de 1.000 millones de euros, que será suscrita durante la Semana Santa. Una cantidad que irá destinada a financiar la cartera de trabajos pendientes (469 millones), a desarrollar nuevos negocios (150 millones), otros 284 millones irán a cubrir gastos generales, mientras que los costes de reestructuración absorberán 244 millones y otra parte se destinará a cubrir el préstamo de 118 millones concedido por el fondo TCI a finales de octubre.

En total, si se suman avales y algunas refinanciaciones, el considerado dinero nuevo se elevará hasta los 1.500 millones, cantidad a cambio de la cual, recibirán el 55 por ciento del capital de la compañía. Así, la deuda vieja mantendrá el 35 por ciento del accionariado, tras anotarse una quita del 70 por ciento (y quedar en 2.336 millones). Quienes aporten los 800 millones de avales detentarán un 5 por ciento del capital, idéntico porcentaje al que quedará diluida la participación de los actuales accionistas, entre ellos, la familia Benjumea.

La nueva Abengoa resultante de la reestructuración reducirá su deuda corporativa un 47 por ciento, hasta situarla en 4.923,1 millones, desde los 9.306,2 millones actuales. De esa cifra total, 3.740,3 millones corresponderán a deuda antigua y 1.182,8 millones a las nuevas líneas de financiación.

Respecto al plan de negocio a cinco años, que contempla un valor de la compañía de 5.395 millones, Abengoa no prevé un resultado bruto de explotación (Ebitda) positivo en sus cuentas hasta 2017, cuando lo sitúa en 20 millones. Para este ejercicio, prevé un Ebitda negativo de 244 millones.

De cara al horizonte de 2020, y en el escenario de superar el concurso, la ingeniería cifra los ingresos en 4.206 millones y el Ebitda en 274 millones. La reorganización supondrá pasar de unos gastos generales de 450 millones en 2015 a reducirlos a 334 millones este año y a dejarlos en torno a los 250 millones en 2018, a través de ajustes internos.