Abengoa quiere llevar al juez el acuerdo antes del 30 de septiembre

La compañía pretende adelantar así un mes el plazo máximo previsto para solicitar la homologación ante el Juzgado de lo Mercantil, que expira el 28 de octubre

16 ago 2016 / 19:02 h - Actualizado: 16 ago 2016 / 22:51 h.
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  • Instalaciones de Abengoa en Palmas Altas. / José luis Montero
    Instalaciones de Abengoa en Palmas Altas. / José luis Montero

Abengoa confía en presentar antes de que acabe el mes de septiembre al juez de lo Mercantil número 2 de Sevilla el respaldo de al menos el 75 por ciento de sus acreedores al acuerdo alcanzado el pasado jueves con bancos y fondos de inversión. Se trata del requisito imprescindible para que la compañía sevillana despeje de una vez la sombra del concurso de acreedores y pueda retomar su actividad como una firma centrada en los negocios de ingeniería y construcción.

El calendario que maneja la empresa contempla como primer paso la firma del documento con las condiciones de refinanciación y capitalización acordada con los nuevos financiadores, trámite que espera cumplir a lo largo de la próxima semana, pero en todo caso antes del 31 de agosto, según han explicado sus directivos esta tarde en la presentación del plan de viabilidad a los inversores. También antes de final de este mes tiene previsto convocar la junta extraordinaria de accionistas que debe dar su visto bueno al acuerdo alcanzado, con objeto de que se celebre a finales de septiembre o principios de octubre.

Durante este mes y en paralelo se mantendrá abierto el periodo de adhesión para que los acreedores indiquen si apoyan o no el plan de viabilidad de la nueva Abengoa, que contempla una capitalización del 70 por ciento de la deuda y la refinanciación del 30 por ciento restante. El objetivo es, según consta además en la presentación remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), proceder a su homologación judicial antes de finales de septiembre.

En el documento, la compañía recomienda «encarecidamente» a sus acreedores financieros apoyar el acuerdo. El presidente de Abengoa, Antonio Fornieles, recalcó durante la presentación que el actual plan, que requiere menos necesidades de capital que el presentado el pasado mes de marzo, asegura la continuidad y el futuro de la compañía y «evita el escenario de liquidación».

La pasada semana, Abengoa cerró su acuerdo de rescate con sus bancos acreedores y los fondos para la reestructuración de su deuda financiera y su recapitalización, que supondrá una inyección de dinero nuevo de casi 655 millones de euros. El importe total asciende a 1.169,6 millones de euros, al incluir incluye los préstamos refinanciados y recibidos por el grupo en septiembre y diciembre de 2015 y en marzo de 2016 y que suman 515 millones de euros.

Además, el importe de las nuevas líneas de avales asciende a 307 millones de euros, cuyas entidades financiadoras tendrán derecho a recibir un 5% del nuevo capital social de Abengoa.

El acuerdo supondrá para los acreedores que nos suscriban las condiciones aceptar una quita del 97 por ciento y la obligación de mantener el 3 por ciento restante con vencimiento a 10 años, sin devengo anual de intereses y sin posibilidad de capitalización.

El reparto del capital de la nueva Abengoa quedará de la siguiente manera: en torno al 50 por ciento quedará en manos de los bonistas y hedge funds que aportarán la nueva inyección de capital y aproximadamente un 40 por ciento para la banca acreedora. Además, otro 5 por ciento quedará en manos de los avalistas. Esto significa que los actuales accionistas, donde se incluyen los miles de pequeños inversores y las familias fundadoras como los Benjumea, verán reducida su participación al 5 por ciento del capital. Esta participación podría elevarse hasta el 10 por ciento si en el plazo de ocho años las cantidades adeudadas se pagan según lo acordado.

En el análisis económico, la ingeniería espera que los proyectos generen un flujo de caja positivo (cash flow) a finales de 2017 tras la venta de activos no estratégicos por valor de 421 millones en un periodo de dos años (285 millones este ejercicio y 136 el que viene).

El consejero delegado del grupo, Joaquín Fernández de Piérola, apuntó que ya se han realizado desinversiones en la planta de agua de San Antonio, la termosolar israelí Ashalim, su filial de telecomunicaciones Abentel o la participación en Yoigo. La planta solar mexicana AT3 y la participación en la filial cotizada en Estados Unidos Atlantica Yield quedan excluidas, ya que se utilizarán como garantía de los nuevos préstamos.

El plan prevé activar una nueva política de gobierno corporativo que separará los cargos de presidente y consejero delegado y establecerá que todos los consejeros sean independientes salvo el presidente. Antonio Fornieles aseguró que el plan servirá para crear una Abengoa más sólida, por lo que pidió el apoyo de los acreedores. También lo hicieron KPMG, asesor de la banca, y Houlihan Lockey (de los bonistas).