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Interior de la planta de montaje final del A400M de San Pablo. / Jesús Barrera
Airbus ha considerado hoy que el excedente de plantilla cifrado en 3.600 trabajadores y que afectaría a varias plantas de la compañía, entre ellas la de San Pablo en Sevilla, como consecuencia de la reducción en la cadencia de producción del avión de transporte militar A400M y del superjumbo A380 es una «afirmación exagerada».
El fabricante aeronáutico europeo sale así al paso de la «filtración» al semanario francés Challenges, que publicó este fin de semana que la reducción de plantilla solo afectaría en España a la planta de montaje final del A400M, ubicada junto al aeropuerto de San Pablo, y que también tendría repercusión en las factorías alemanas de Bremen y Augsburgo, así como en la británica de Filton (donde se producen las alas del A400M). La publicación gala señala, no obstante, que los centros productivos franceses quedarían al margen.
En un comunicado, Airbus ha lamentado «profundamente» que se haya perturbado el proceso de discusión con los sindicatos «debido a una filtración a los medios que ha provocado afirmaciones exageradas sobre una supuesta reducción del empleo en sus cuatro países de origen» y se limitó a reseñar que responsables de la compañía se reunirán con el comité intercentros europeo este próximo miércoles para explicar las reducciones en los programas del A380 y el A400M ya anunciadas y «para debatir las implicaciones que puede tener esta situación en el empleo».
Airbus rechazó comentar la veracidad del ajuste anunciado y precisó que ofrecerá más detalles acerca de los planes de la compañía después de su reunión inicial con el comité de empresa europeo.
Desde el sindicato UGT, su portavoz Juan Antonio Vázquez criticó las filtraciones de la empresa a la prensa internacional y rechazó esa cifra de excedente de plantilla, al considerar que el negocio se encuentra «en una situación de crecimiento». Aun así, y aunque precisó que de esos 3.600 puestos, cerca de un millar podrían afectar a San Pablo, señaló que habrá que esperar al miércoles a ver las medidas que la empresa pone sobre la mesa.
Airbus ya anunció en su reciente presentación de resultados en Toulouse el pasado 15 de febrero que la ralentización en el ritmo de producción del A400M que ha programado para este año y sucesivos ejercicios y así dar tiempo y espacio a la llegada de nuevos encargos que mantengan vivo el programa se dejará sentir sobre el empleo en San Pablo, aunque no quiso dar más detalles del impacto.
La compañía ya ha emprendido este año una reducción del ritmo de producción para extender los años de vida del avión militar. En 2017 Airbus entregó 19 aeronaves frente a las 17 de 2016. Para este año se prevé reducir esta cifra hasta 15 unidades y bajarla hasta las 11 entregas en 2019. El programa cuenta con 174 encargos, de los que 58 ya ha salido de la planta sevillana de San Pablo.
El A400M supuso un lastre económico para las cuentas de 2017 del grupo, que tuvo que destinar otros 1.300 millones de euros para paliar las pérdidas del programa, lo que eleva la factura total de números rojos. Esta provisión incluye la estimación financiera de la flexibilización del calendario de entregas, las capacidades tácticas y el proceso de retrofit (actualización) del avión, aspectos recogidos en el nuevo contrato que Airbus acordó a principios de febrero con las siete naciones lanzadoras del programa y cuyos flecos tendrán que cerrarse a lo largo de este año.