El crecimiento económico de Andalucía se frenó en el segundo trimestre del año, pero los expertos apuntan que la dinámica de la economía andaluza sigue siendo «positiva» pese a dicha moderación.
Andalucía crecerá un 2,7 por ciento en 2016, según las previsiones del panel de expertos del Observatorio Económico de Andalucía (OEA), mientras que el Indicador Sintético de Actividad precisa que en el segundo trimestre de este año el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) andaluz fue del 0,6 por ciento.
El estudio Economía andaluza. Segundo trimestre de 2016, realizado por el OEA con el apoyo técnico de la Universidad Pablo de Olavide, apunta que en el segundo trimestre de 2016 el crecimiento, del 0,6 por ciento, fue inferior al del trimestre anterior.
Con esta previsión, el avance interanual del segundo trimestre fue del tres por ciento, cinco décimas menos que en el primer trimestre de 2016 y dos menos que el estimado para el PIB español.
No obstante, los expertos precisan que se detecta una «redistribución» del protagonismo entre los diferentes componentes de la demanda. Así, la demanda interna mantiene su impulso gracias al consumo privado. Sin embargo, se observa «una cierta desaceleración en el gasto de las familias desde que se iniciara 2016, que es parcialmente compensado tanto por el consumo de los turistas, como por el sector exterior».
En cuanto a la inversión, aunque mantiene aún un crecimiento positivo, comienza a mostrar una «cierta desaceleración».
Por último, el gasto público sigue aumentando en comparación con 2015 y principios de 2016 «aunque, paradójicamente, lo hace destruyendo empleo público». De esta forma, «de nuevo son ciertos factores externos los que impulsan tanto a la economía española como a la andaluza». Así, destacan el «efecto favorable» de los precios energéticos, el turismo y el sector exterior, que no parece verse afectado por la caída del comercio mundial. Por el contrario, «el empleo y la confianza empresarial explicarían parte de la moderación del crecimiento de la demanda interna».
Entre las explicaciones para esta moderación en el crecimiento del consumo privado podría señalarse «la menor intensidad en la creación de empleo, especialmente público, así como el estancamiento en el crédito a las familias». Por su parte, el consumo público mantiene una tasa de crecimiento positivo en términos interanuales, pero «a pesar del aumento del gasto, la contratación de empleados públicos cayó en el segundo trimestre, lo que explicaría el menor aumento de ocupados totales».
Respecto a la inversión, al igual que el consumo privado, su crecimiento «es menor que en trimestres anteriores, tanto en la inversión privada como especialmente la pública». Sin embargo, respecto a la inversión residencial, sigue mostrando un destacado crecimiento durante el segundo trimestre, superior en Andalucía que en España.
En cuanto a la inversión pública, los indicadores «muestran una caída respecto a hace un año, condicionada por el momento preelectoral del año pasado y por un gobierno en funciones».
Sobre el conjunto de 2016, el Observatorio prevé un crecimiento para 2016 del 2,7 por ciento y advierte de que «la ausencia de reformas no sólo lastrará el crecimiento a medio plazo, sino que algunas, como la del sistema de pensiones y la elaboración de un presupuesto con credibilidad, pueden implicar sanciones y congelación de fondos europeos», de forma que se prevé una «desaceleración» del crecimiento que se intensificará el próximo año.
Optimismo para el tercer trimestre
Para el tercer trimestre de 2016, el conjunto de indicadores mostró una cierta estabilidad, lo que se traduce en una estimación del crecimiento entre el 0,6 y el 0,65 por ciento. No obstante en las últimas semanas, tanto los datos de afiliados como especialmente los de turismo, han impulsado en algunas décimas la estimación del modelo en tiempo real. Los expertos indican que «el escenario de menor crecimiento ya adelantado antes de iniciarse el año se confirma, aunque con una menor intensidad de lo previsto». No obstante, los últimos datos conocidos sobre confianza de las familias «nos permiten ser algo más optimistas para el tercer trimestre, no descartándose alguna corrección al alza».