Benjumea y Sánchez Ortega ganaron 24 millones el año del preconcurso

Abengoa llegó a triplicar la retribución de su expresidente durante su último ejercicio

22 abr 2016 / 21:47 h - Actualizado: 23 abr 2016 / 10:26 h.
"Abengoa","Felipe Benjumea"
  • El actual presidente de Abengoa, Antonio Fornieles, ayer. / Zipi (Efe)
    El actual presidente de Abengoa, Antonio Fornieles, ayer. / Zipi (Efe)

El que fuera presidente de Abengoa hasta septiembre, Felipe Benjumea, y el consejero delegado hasta mayo del año pasado, Manuel Sánchez Ortega, obtuvieron una retribución de 23,98 millones de euros por el desempeño de sus funciones y por el cobro de indemnizaciones durante el pasado ejercicio cuando la ingeniería sevillana solicitó el preconcurso de acreedores.

Remuneraciones que contemplan los 16 millones de euros que recibieron expresidente y ex consejero delegado en concepto de indemnizaciones por su salida de la compañía y que «no ocasionarion ningún perjuicio» a la compañía, según declarón ayer ante la Audiciencia Nacional y en calidad de testigo el actual presidente de Abengoa, Antonio Fornieles.

Felipe Benjumea recibió un total de 15,6 millones en el ejercicio 2015, tres veces más que los 4,48 millones obtenidos un año antes. Desglosado, por el desempeño de sus funciones hasta septiembre, obtuvo 814.000 euros de sueldo, además de otros 68.000 euros en dietas y 3,3 millones en concepto de remuneración variable. Además, la empresa también le pagó 4,48 millones de euros de indemnización por «cese anticipado y pacto de no competencia postcontractual», una cantidad que la acusación calificó ayer de «salvajada» teniendo en cuenta la delicada situación en la que se encontraba la compañía. Además, el expresidente cobró otros 7 millones al amparo de la bonificación por permanencia que tenía reconocida en su contrato con la sociedad. Cantidades que se corresponden con los 11,5 millones de indemnización que recibió el expresidente por su salida de la compañía.

El cese de Benjumea, según indicó la propia Abengoa en su informe de remuneraciones remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), se produjo por tratarse de una «exigencia innegociable» de los bancos encargados de la ampliación de capital que por entonces preparaba la compañía.

El expresidente trabajó además hasta el 1 de marzo de 2016 como asesor del consejo de administración. Tras desvincularse de la empresa, Benjumea, que está siendo investigado por la Audiencia Nacional por su gestión en Abengoa, renunció a recibir remuneración por estas laborales de asesoramiento entre finales de 2015 y comienzos de 2016.

Por su parte, Sánchez Ortega obtuvo 8,38 millones durante el ejercicio 2015, el doble que el año antes. De este importe, 4,48 millones corresponden a la indemnización, 3,3 millones a la retribución variable a corto plazo, 543.000 euros al sueldo y 57.000 euros a dietas.

Sánchez Ortega dimitió el 18 de mayo de 2015 de su puesto como consejero delegado y fue sustituido por Santiago Seage, quien posteriormente asumió la máxima responsabilidad en Abengoa Yield. En julio del año pasado, Sánchez Ortega abandonó el consejo de administración.

La compañía repartió además en 2015 un bonus por valor de 10,7 millones de euros entre sus consejeros ejecutivos por el cumplimiento de los objetivos fijados para el ejercicio 2014.

Al margen de todos estos importes, Abengoa repartió 2,1 millones de euros en primas de seguros de vida y de accidente entre seis consejeros ejecutivos, incluidos Benjumea y Sánchez Ortega, quienes recibieron por este concepto 400.000 y 300.000 euros, respectivamente.

En cuanto al sucesor de Benjumea como presidente de Abengoa, José Domínguez Abascal, quien abandonó su cargo el mismo día que Benjumea dejaba de ser asesor, disponía del derecho a percibir, como compensación excepcional correspondiente a 2016, una cantidad similar al importe bruto de su remuneración fija anual de 700.000 euros o la reintegración a su puesto de trabajo anterior. Pero como no se dieron las condiciones para obtener la citada cantidad, ya que entre ellas figuraba el cierre definitivo de los acuerdos con los acreedores para evitar el preconcurso, Domínguez Abascal ha reclamado acogerse a la segunda opción, la de recuperar su puesto anterior.

Por su parte, el auditor de las cuentas de Abengoa, Deloitte, hizo hincapié en la incertidumbre sobre la capacidad de la empresa para continuar con sus operaciones. Continuidad que, según el auditor, depende completamente del éxito del plan de reestructuración que presentó la compañía a mediados de marzo.