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El presidente de CaixaBank, Jordi Gual (d), y el consejero delegado de la entidad, Gonzalo Cortázar, durante la presentación de los resultados económicos del ejercicio 2016. / EFE
CaixaBank ganó 1.047 millones de euros en 2016, un 28,6 por ciento más que en 2015. La entidad presidida por Jordi Gual supera los mil millones de beneficio por primera vez desde 2011 gracias a una mayor resistencia de los ingresos, la contención de costes y la reducción de dotaciones.
En su primera presentación de resultados como presidente de CaixaBank, Jordi Gual ha hecho hincapié en los buenos resultados obtenidos, principalmente por la «intensa actividad comercial», a pesar de trabajar en un mercado todavía marcado por los bajos tipos de interés y en un entorno económico protagonizado en 2016 por la caída del precio del petróleo, la inestabilidad por el proceso de salida del Reino Unido de la Unión Europea y la irrupción de Donald Trump en la Casa Blanca, con unas políticas poco populares.
Cuando habla de intensa actividad comercial, a los datos se remite. El banco alcanzó los 13,8 millones de clientes en 2016, lo que supone una penetración en el mercado del 29,5 por ciento (120 puntos más). A lo largo del año pasado, la entidad captó 857.324 nóminas, hasta alcanzar el 26 por ciento de la cuota de mercado nacional. Es decir, uno de cada cuatro españoles eligen CaixaBank como su banco principal. La entidad alcanza así los 3,5 millones de nóminas, un 8 por ciento más que hace un año.
Mirando con lupa los resultados de 2016. Antes de impuestos CaixaBank obtuvo 1.538 millones, un 141 por ciento más respecto a 2015. Los responsables de la entidad, destacan la evolución del negocio bancario y asegurador, que alcanzó los 1.979 millones de euros, y el impulso del negocio de productos menos afectados por la variabilidad como los fondos, planes de pensiones y seguros, que crecieron más de un 12,2 por ciento, hasta los 13.278 millones de euros. Cae, sin embargo, el ahorro a plazos más de un 35 por ciento. Así, los recursos de los clientes alzaron lo 303.895 millones.
Por primera vez, incrementa la cartera de crédito sana. Aunque puede parecer imperceptible, pues la mejora es de un 0,4 por ciento, el dato tiene una lectura más que positiva si se tiene en cuenta que la evolución del sector es negativa (-2,4 por ciento). Así, el crédito sano de CaixaBank alcanzó lo 190.506 millones de euros, más de 676 millones que hace un año. Cabe señalar la concesión de crédito a particulares, que alcanzó los 118.300 millones de euros (un 2,2 por ciento más), así como el dirigido a empresas que repuntó más de un 8 por ciento, hasta los 64.813 millones.
CaixaBank consiguió reducir sus costes un 1,7 por ciento. Gracias, en parte, a los acuerdos alcanzados con los representantes de los trabajadores y por el impulso de las prejubilaciones, que han conseguido reducir los gastos en 121 millones, mientras que un año antes incrementó hasta los 543 millones principalmente por la integración de Barclays.
En cuanto a su posición sobre la devolución de las cláusulas suelo, el consejero delegado del grupo, Gonzalo Gortázar, ha asegurado que devolverán todas lo cobrado de forma abusiva y sus intereses, siempre y cuando la cláusula reclamada sea abusiva. Para ello, se valdrán del procedimiento extrajudicial impulsado por Decreto Ley del Gobierno y crearán un servicio central, dotado de 130 personas para canalizar todas las reclamaciones, que están recibiendo desde la última semana de enero.
No obstante, Gortázar ha recordado que CaixaBank no contemplaba en su política la comercialización de éstas, por lo que las que devuelvan proceden de la absorción de otras entidades, y que decidieron eliminar a finales de 2015 de forma unilateral. El banco mantiene sus provisiones por este concepto, que incrementaron hasta los 625 millones, y que podrían tener hasta un impacto total de 1.250 millones.
En cuanto a la OPA del Banco Portugués de Inversiones (BPI), CaixaBank anunció que se cerrará la semana que viene, por lo que no pudo desvelar más detalles. Preguntado por varios periodistas portugueses, Gortázar no pudo adelantar nada sobre el futuro de la dirección de la entidad portuguesa ni sobre la plantilla.
La digitalización marcó también el 2016. Con la puesta en marcha de ImaginBank y la creación de dos nuevos tipos de oficinas -A y Store-, la entidad logró captar a uno de cada tres clientes de la banca digital nacional. Más del 40 por ciento de sus clientes son digital, aunque un 74 por ciento de éstos combinan también el trato de oficinas.
Abengoa
A la pregunta de cuándo llegarán los 1.200 millones prometidos por la banca y los fondos para salvar definitivamente a Abengoa del concurso de acreedores, Gortázar no ha entrado en detalles y ha señalado que siguen trabajando para ayudar a la empresa a refinanciarse. El plazo máximo para recibir este capital es el día 28 de este mes.