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El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Cortázar, en la presentación de los resultados. / Kai Foersterling (Efe)
CaixaBank alcanzó un beneficio de 1.298 millones de euros en el primer semestre del año, un 54,6 por ciento más que en el mismo periodo de 2017, gracias a la mejora de los ingresos básicos del negocio bancario, la contención de costes, la reducción de las dotaciones y la mayor aportación del portugués BPI.
La entidad aumentó hasta junio todos sus márgenes, impulsó su rentabilidad hasta el 10,4 por ciento y logró reducir nuevamente su tasa de morosidad, situándola en el 5,3 por ciento, cinco décimas menos que en el trimestre anterior, según informó CaixaBank a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El margen de intereses del grupo creció en el periodo un 3,5 por ciento, hasta los 2.432 millones, mientras que las comisiones netas se situaron en 1.293 millones, un 3,3 por ciento más, y los ingresos por contratos de seguro o reaseguro aumentaron un 21 por ciento, hasta los 282 millones.
Por su parte, el margen bruto subió un 8,7 por ciento, hasta los 4.654 millones, y el de explotación se situó en 2.342 millones, con un incremento interanual del 19,6 por ciento.
La contribución a resultados del negocio de BPI en Portugal ascendió a 76 millones de euros, aunque si se tiene en cuenta la aportación de las participadas, la contribución total del banco portugués aumentó a 252 millones.
Por su parte, el negocio de las participadas de CaixaBank aportó un resultado de 415 millones, lo que incluye los ingresos por dividendos, básicamente Telefónica, con 104 millones, y los resultados de las entidades valoradas por el método de la participación, que incorporaron 118 millones de resultado neto atribuido del BFA (Banco de Fomento de Angola).
En el mismo periodo del año anterior, recuerda CaixaBank, se registró un resultado atribuido negativo de 97 millones derivado de la venta por parte de BPI del 2 por ciento de la participación en BFA.
En cambio, la recompra del 51 por ciento de Servihabitat tuvo un impacto negativo de 204 millones en los resultados del grupo.
Por otro lado, el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, consideró «positivo» cualquier paso hacía el diálogo para llegar a un acuerdo que sea «beneficioso» para Cataluña y el conjunto del Estado, al tiempo que también indicó que la sociedad «tiene que acostumbrarse a que las mayorías políticas pueden ser menos estables» y, pese a ello, «seguir creciendo de manera relevante». Tanto la estabilidad como la inestabilidad política son factores «con los que tenemos que vivir» como ya se ha hecho en el pasado, apostilló.