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Vista de la mina de Cobre las Cruces. / El Correo
Cobre las Cruces ha solicitado la ocupación temporal por un periodo de tres años de una parte de varias decenas de fincas dedicadas a labores agrarias, huerta, pastos y olivo en los municipios de Gerena y Olivares en el marco de un proyecto de investigación denominado Salomé, cuyos trabajos arrancaron hace varios meses, según la empresa.
La Junta ha sometido a información pública el expediente de ocupación temporal de estos terrenos, en particular de una superficie de 31 hectáreas del total de 48 hectáreas que suman las parcelas afectadas en su conjunto, y que se corresponden con propietarios que no han podido ser contactados, según informa la compañía, o con los que no se ha podido llegar a un acuerdo, según indica la Junta en su anuncio fechado el pasado 6 de abril.
Fuentes consultadas de Cobre las Cruces enmarcaron esta actuación dentro del grupo de derechos de investigación que la Junta de Andalucía concede a las empresas mineras en el entorno de sus yacimientos, y que básicamente consisten en explorar el terreno «para descartar que haya anomalías», esto es, para comprobar si existen bolsas de minerales o yacimientos de interés en los terrenos afectados.
Las acciones que se emprenden no suponen «perforar» de ninguna manera el terreno, sino que se trata de análisis muy «superficiales» con los que se buscan «anomalías geológicas» y descartar así que haya algo de interés.
Estos estudios «no se hacen porque se tengan indicios de que hay yacimientos en esas áreas, sino para saber si seguimos con esos permisos o no», precisan desde la empresa minera, que abunda en que no se trata de una ocupación total de estas fincas, sino que acceden sus geólogos y estudian áreas concretas que no interfieren con los trabajos agrícolas o de otra índole que se desarrollen en los mismos.
Además, «legalmente no existe un requerimiento de compensación económica en el proceso concreto de ocupación forzosa», reseñan.
Estos derechos de investigación no guardan relación alguna con el proyecto de Cobre las Cruces para alargar la vida de la mina hasta 2034, gracias a la nueva tecnología y la planta piloto que ha desarrollado durante los últimos dos años y que permitirá extraer otros minerales además de cobre, que concentra la producción actual. Sin el mismo, la actividad se mantendría hasta 2021, según explicó su consejero delegado Iain Anderson el pasado marzo. Un proyecto que, de obtener el visto bueno de la matriz, requerirá 400 millones de inversión.