Menú

El ahorro andaluz se desvía a fondos al perder rentabilidad los depósitos

El patrimonio regional en fondos de inversión se disparó el año pasado un 30%, hasta los 14.126 millones de euros, y el número de clientes aumentó un 26% para superar los 541.000

07 may 2015 / 11:00 h - Actualizado: 06 may 2015 / 22:30 h.
"Ahorro","Banca","Bolsa","Finanzas","Depósitos","Renta variable","Fondos","Rentabilidad"
  • Clientes en una sucursal de una entidad financiera en el centro de la capital sevillana. / Pepo Herrera
    Clientes en una sucursal de una entidad financiera en el centro de la capital sevillana. / Pepo Herrera

La baja rentabilidad de las tradicionales cartillas de ahorro, por no decir nula y, además, con coste de mantenimiento, y la recuperación de los mercados bursátiles han desviado buena parte del ahorro de los andaluces hacia los fondos de inversión, cuyo patrimonio (volumen total de recursos) se disparó en 2014, el año de inicio de la recuperación económica. Este traslado es, asimismo, el reflejo más ciudadano de unos tipos de interés (es decir, precio oficial del dinero) históricamente bajos por parte del Banco Central Europeo (BCE), que terminan penalizando a los productos financieros más conservadores (depósitos), y también los mayoritarios entre los clientes por su sencillez.

La Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (Inverco, patronal que aglutina a las principales casas de fondos, donde entran desde bancos hasta aseguradoras, pasando por cajas rurales o sociedades gestoras) desgranó ayer la evolución de esta industria financiera en 2014. En el caso de Andalucía, el patrimonio ascendió a 14.126,54 millones de euros, un 29,95 por ciento más que un año antes, mientras que el número de partícipes (sería, grosso modo, la cifra de clientes) se situó en 541.155, tras apuntarse un aumento del 25,66 por ciento.

No obstante, a pesar del incremento, superior al experimentado por el conjunto de España –fue del 27 por ciento en partícipes, con 6.480.755, y del 26,7 por ciento en patrimonio, hasta 194.844 millones de euros–, la penetración de esta modalidad de ahorro aún dista del peso poblacional que la comunidad arroja en el Estado. En importe representó el 7,3 por ciento, frente al 27,3 por ciento de Madrid, el 16,6 por ciento de Cataluña y el 12 por ciento del País Vasco, las tres regiones que encabezan el ranking nacional, mientras que en clientes supuso el 8,4 por ciento (18,3 por ciento, 17,1 por ciento y 12,8 por ciento, respectivamente, en esas otras autonomías.

¿Y qué hace que se produzca el crecimiento de los fondos de inversión? En primer lugar, la rentabilidad, que en 2014 arrojo un 3,7 por ciento de media ponderada (es decir, tomando todos los fondos, tanto de renta fija como variable y los mixtos). Parece un porcentaje bajo, aunque no si tenemos en cuenta que, salvo excepciones, los depósitos a largo plazo (son los que superan los 12 meses de contratación) están por debajo del 2 por ciento de interés, con nada, casi nada e incluso con rendimientos anulados por la comisión de mantenimiento y por las operaciones realizadas en el caso de las típicas cartillas corrientes, que son las habituales entre los pensionistas. En segundo lugar, por la mayor cultura financiera y la generalización de las nuevas tecnologías en la operativa bancaria. Y, en tercer y último lugar, por la recuperación de las bolsas (el selectivo Íbex 35 se revalorizó un 3,65 por ciento), aunque la renta fija (deuda pública) dejó de ser tan atractiva como en ejercicios pasados.

Volviendo a los números, el nivel de rentas de una autonomía determina, lógicamente, el dinero medio destinado a fondos de inversión por cada partícipe. En Andalucía, al cierre de 2014 ascendía a 26.104 euros por ahorrador, un 3,41 por ciento más que en 2013, un importe inferior al promedio estatal, de 30.065 euros (que, por el contrario, bajó un leve 0,24 por ciento), y muy distante de los 44.950 euros de Madrid y los más de 34.000 de Melilla o Navarra.

Con sus 14.126,54 millones, el patrimonio andaluz en fondos de inversión supuso en 2014 el 13,8 por ciento de los depósitos totales, cuando en 2013 esa relación era del 10,6 por ciento y de apenas el 8,8 por ciento en 2012. En el caso del Estado, el peso alcanzó del 17,6 por ciento, con el 13,89 por ciento un año antes y el 11,4 por ciento en el precedente.

Conclusión: el importe no ha dejado de crecer ni siquiera durante la crisis económica, como refrenda la última retahíla de datos para ya cerrar: tal patrimonio andaluz representó el 10 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) regional el pasado ejercicio, 2,7 puntos más que en 2013 y 3,9 por encima de 2012, mientras que para el conjunto de España fue del 18,8 por ciento (un 13,6 por ciento en 2013 y 11,6 por ciento en 2012).