El algodón aboga por una marca de calidad

La creación de un marchamo de calidad permitiría defender el cultivo de la producción transgénica a nivel mundial

10 feb 2017 / 16:23 h - Actualizado: 12 feb 2017 / 19:22 h.
"Agricultura","Asaja","Coag","Upa","El campo y su agroindustria"
  • La producción de algodón andaluza es un 1% del cultivo mundial. / David Estrada
    La producción de algodón andaluza es un 1% del cultivo mundial. / David Estrada

En torno al 1 por ciento del algodón mundial, el 99 por ciento si lo medimos a nivel nacional, se produce en Andalucía. De las 70.000 hectáreas que se cultivan en el territorio andaluz, más del 60 por ciento se encuentra en la provincia de Sevilla. Pero si por algo destaca este cultivo andaluz es por su modelo: 100 por cien orgánico, sostenible y basado en pequeñas explotaciones, de menos de 20 hectáreas por productor. Una producción que fue objeto de debate en el Foro Agrícola sobre El sector algodonero español: una apuesta por la sostenibilidad, organizado por el Instituto de Estudios Cajasol.

El sistema de producción de algodón es un modelo casi en extinción, ya que la mayoría de la producción mundial se basa en transgénicos. Más del 90 por ciento de la producción mundial está modificada genéticamente. Es decir, la competencia entre el algodón andaluz y el procedente de Estados Unidos, la India o China es incongruente. Además, el cultivo andaluz reporta altos beneficios sociales, al dar empleo a 10.000 familias, recuerdan las organizaciones agrarias Unión de Pequeños Agricultores (UPA), COAG y Asaja. Además, Bruselas prohíbe el cultivo de algodón transgénico, aunque no vete su entrada.

Por eso, productores y desmotadores –a través de la interprofesional que se creó hace un año– insisten en la necesidad de aunarse bajo una marca e identificarlo con el territorio. En este sentido, el secretario general de UPA Andalucía, Miguel Cobos, señala que el futuro del sector pasa «por apostar por la calidad; por una indicación geográfica protegida o una marca de calidad, que indique que el algodón andaluz se produce con características especiales».

La sostenibilidad del cultivo es innegable. Para mejorar en este sentido, los agricultores eliminaron los acolchados de plásticos que antes se utilizaban para el cultivo, también se han eliminado el uso de materias activas.

Como sustitutivo, los algodoneros empezaron a afrontar las plagas a través del control biológico con abejas, hasta el punto de relacionar el cultivo del algodón con la producción de miel. También se ha apostado por el abono orgánico, para ello los productores plantan habas, guisantes incluso crucíferas como la colza y el rábano, explica el secretario general de COAG, Miguel López, para quien «los síntomas medioambientales del algodón están muy por encima de otros cultivos».

A pesar de ser un modelo sostenible medioambientalmente, los productores tienen un reto: mejorar la sostenibilidad económica. El presidente de Asaja, Ricardo Serra, critica el «maltrato» al que están sometidos los algodoneros al término del foro. Primero fue la reforma del sector, que provocó «caídas incluso del 40 por ciento en la facturación bruta» de los productores. Ahora, el miedo está en la futura reforma de la PAC 2020, y en si mantendrán o no las ayudas específicas del algodón. No obstante, «a pesar de ello somos capaces de salvar el cultivo», recalca Serra.

Otra de las reclamaciones del sector es obtener un permiso definitivo para el uso del tidiazurón, el defoliante que permite obtener un algodón de mayor calidad, recuerda Serra. Sin embargo, el registro de esta materia activa caducó y la comercializadora rehusó volver a pedir la patente por lo que los productores tuvieron que pedir al Ministerio una autorización excepcional para poder utilizarlo. Ahora, reclaman un nuevo permiso, hasta que la interprofesional registre de nuevo este producto.

Según el aforo del algodón de la Junta de Andalucía, realizado en octubre de 2016, la producción iba a crecer un 4 por ciento, hasta las 166.629 toneladas. A pesar del incremento con respecto a la campaña anterior, la producción ha descendido por encima de un 5 por ciento en los últimos cuatro años. El incremento podría deberse a una menor incidencia de plagas.

Gran parte de la producción andaluza sale de los campos sevillanos, donde se prevé un repunte de los rendimientos del 6 por ciento. En la provincia se prevé un aforo 105.066 toneladas.

En cuanto al precio, los productores esperan que sea una buena campaña, apuntan desde COAG. Sin embargo, todo dependerá del mercado americano y de cómo se comporta el sector ante el fenómeno de Donald Trump.