«El euro no sustituirá como divisa de reserva al dólar»

Fernando Fernández presenta el ‘Anuario del Euro 2015’ en Sevilla

03 may 2016 / 23:05 h - Actualizado: 04 may 2016 / 08:34 h.
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  • Fernando Fernández (a la derecha) durante la presentación del anuario con Luis de Guindos. / El Correo
    Fernando Fernández (a la derecha) durante la presentación del anuario con Luis de Guindos. / El Correo

La política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) ha suplido las carencias institucionales de la unión monetaria, el arranque de la supervisión bancaria por el BCE ha sido un éxito incuestionable, avanzar en la unión de capitales es esencial para acabar con la fragmentación financiera de Europa o la posible salida de Reino Unido de la Unión Europea no sólo sería una tragedia para Reino Unido, también para el resto de socios del Viejo Continente, son algunas de las diez lecciones del ejercicio financiero europeo que extrae Fernando Fernández, profesor del IE Business School, en el Anuario del Euro 2015. Un documento que presentó ayer durante un almuerzo ante una treintena de economista en el Club Antares.

Pese a que Fernández, a la sazón director de dicho anuario, consideró que el resumen del año podría parecer «pesimista», insistió en que «Europa está creciendo y por eso el euro se está apreciando». Eso sí, el buen camino tomado por la divisa europea a nivel internacional, llegando incluso a estar por encima del dólar, no implica que ésta sustituya a la norteamericana como divisa de reserva, apuntó.

Uno de los grandes hitos logrado el año pasado fue la asunción de la supervisión bancaria por parte del BCE, actividad que, según Fernández, ha permitido «realizar una radiografía del sistema bancario casi igualitaria». Casi porque la mayoría de sistemas financieros todavía se rigen por las normativas nacionales.

Para el director del documento, la supervisión bancaria lleva aparejada un cambio cultural. Por ejemplo, los bancos españoles siguen, para Fernández, una filosofía «tradicional» basada en el cumplimiento, pero en Europa no sucede así. «No se trata sólo de cumplir, es un diálogo constante», recalcó.

Pero la gran novedad del año europeo ha sido la hoja de ruta marcada por el Informe de los Cinco Presidentes –los de la Comisión, el Consejo y el Parlamento europeo, además del presidente del BCE y el del Eurogrupo–. Un documento que reconoce la necesidad de instituciones políticas que den legitimidad democrática a la unión monetaria. Y es que, como recordó Fernández, cabe destacar «el riesgo que asume el BCE al tener el poder y la exposición política que no debe de tener» cuando marca las directrices monetarias.

En este sentido, el director del anuario, quien además es consejero externo de Bankia y Red Eléctrica, fue crítico con la política de tipos de interés negativo que defiende el presidente del BCE, Mario Draghi. En contra de la opinión del mandatario europeo, para Fernández, «hay alternativa» al 0 por ciento de interés e insistió en que el incentivo del Tesoro es menor con tipos negativos que al 2 o al 3 por ciento. Y es que, según Fernández, no servirá de nada el dinero regalado si se tiene miedo a una futura recesión.

Anuario del euro

El Anuario del Euro es el compendio de doce meses de ejercicio económico que elabora la Fundación de Estudios Financieros en colaboración con la Fundación ICO. Un documento que va por su quinta edición y que ya ha empezado a trabajar en la sexto, la del año 2016, donde las metas están en cómo poner en marcha los eurobonos, en abandonar una política de tipos negativos y en conseguir que la unión fiscal sea una realidad.

Abengoa

A lo largo del análisis financiero europeo también hubo tiempo para temas más próximos. Así que no sorprendió a nadie cuando Fernando Fernández aprovechó la delicada situación de Abengoa para ejemplificar la «érronea» solución monetario-financiera que se le da a los problemas fiscales. Tras recordar que todos los bancos del G-6 provisionaron elevadas cantidades para cubrir la deuda de la ingeniería sevillana, Fernández sostuvo que si la empresa fuese alemana, los bancos germanos sólo provisionarían el crédito concreto que la supuesta Abengoa alemana no paga, y no toda la exposición.