El sector de los drones reclama profesionales para ejecutar los vuelos

Los estrechos márgenes de beneficio es una de las principales preocupaciones de los agricultores. Sobre todo en los tiempos que corren, cuando la meteorología no ayuda a que las campañas sean mínimamente satisfactorias. Pero en los últimos tiempos, los agricultores tienen a su disposición una herramienta que le permitiría reducir los costes de producción. Son los drones, un sector que esta semana se ha citado en Fibes en Unvex Eco-Agro, el primer congreso dedicado a la aplicación de las tecnologías de sistemas remotamente tripulados (RPAS) en agricultura y medio ambiente.

Fabricantes y operadores coinciden en que el sector se ha desarrollado en parte por los usos que tiene para el campo. Más allá de permitir la aplicación de fitosanitarios con un solo vuelo, en los últimos años estas plataformas se han dotado de cámaras espectrales y sensores que permiten determinar el estado de un campo en un sólo vuelo y con mayor precisión que el ojo del hombre, explica Nicolás Zapata, uno de los socios de Dronetools, una de las firmas sevillanas presentes en esta muestra y que es pionera en su sector. «El uso de drones para la teledetección permite al agricultor determinar la necesidad de nutrientes que tiene su cultivo, adelantarse al problema y ajustar al máximo el gasto hídrico o de fitosanitarios», argumenta.

Aunque son muchas las grandes compañías que han sucumbido a los encantos de estas tecnologías, hay un nicho del campo que todavía tienen que conquistar: los pequeños agricultores.

Por eso, operadores y fabricantes coincidieron ayer en una mesa redonda en la importancia de contar con profesionales que ejecuten los vuelos para que la toma de decisiones se haga con la mayor precisión posible y en base a las verdaderas necesidades del cultivo. Asimismo insistieron en la necesidad de contar con una normativa que permita crecer al sector en otros ámbitos.