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Zona de contenedores del Puerto de Sevilla. / El Correo
El transporte marítimo es más económico, sostenible, y seguro, pero goza de menos introducción que el terrestre, que sigue concitando mayor demanda entre las pymes al ser más rápido y ágil y requerir menos protocolos en su gestión. Aunque está vía gana terreno, la existencia de múltiples agentes intermediarios y prestadores de servicios supone un obstáculo de accesibilidad para la pequeña y mediana empresa a la hora de decantarse por el mar.
Estas son parte de las conclusiones que se desprenden de un estudio realizado por la empresa Cercanía Consultores en Andalucía y Portugal, en el marco de FOCOMAR. Este proyecto está promovido por el Consejo Andaluz de Cámaras de Comercio con el objetivo precisamente de fomentar el comercio marítimo entre las pymes, fortaleciendo su cooperación con los puertos y facilitándole todas las ventajas de utilizar esta vía de transporte.
El transporte marítimo sigue siendo más complejo y se utiliza sobre todo por las grandes empresas y para distancias mayores. Hay que tener en cuenta que la cadena logística de dicho transporte abarca cinco fases necesarias para completar el proceso pudiendo realizarse por dos modalidades RORO (roll on y roll off) y LOLO (lift On y Lifti Off).
En cambio, el transporte terrestre comprende el traslado de mercancías en vehículo rodado por carretas, autovías y autopistas y se lleva a cabo en una única fase que engloba la recogida de punto de origen, el traslado y la entrega en destino.
Con carácter general, el transporte de carga completa por carretera, independientemente de las características del producto, tiene precios medios más altos que los del marítimo, sufriendo mayores fluctuaciones debido a una oferta mayor y, a la existencia de determinadas campañas como las relacionadas con las campañas agrícolas.
Para llegar a estas conclusiones, el estudio analiza pormenorizadamente los costes de transportes en las pymes en los primeros meses de 2018, estableciendo una comparativa de costes logísticos desde origen hasta destino de diez productos seleccionados por su potencial exportador en Andalucía y Portugal.
Estos productos son: aceite de oliva, aparatos eléctricos, arroz, muebles y sillas, naranjas, pescado fresco, plantas vivas, productos laminados, semilla de girasol y vino de uvas frescas. De todos ellos, solo el arroz, los laminados de acero y las uvas frescas se transportan mayormente por vía marítima en un porcentaje del 80%, 75% y 63 %, respectivamente.
Tomando como ejemplo el aceite de oliva, en los primeros meses de 2018 se utilizó el transporte rodado por carretera en un 56,25% de las exportaciones de este producto, generando un valor de 1.317,98 millones de euros.
Tras el análisis de las ofertas y presupuestos recopilados, se estima que el coste medio de transportar un container de veinte pies en carga completa vía marítima puede oscilar entre los 1.080 euros a los 1.620 euros, mientras que la horquilla de coste medio de la alternativa rodada asciende desde unos 2.283 a 3.425 euros. El umbral de costes medios de transporte por carretera se sitúa, con carácter general para los productos analizados en este estudio, muy por encima de su análogo en medio marítimo, con una diferencia superior a los mil euros.
En general, los siete puertos andaluces movieron en 2018 más de 162 millones de toneladas de mercancías, un 5,05 % más que en el ejercicio anterior, situándose el de la Bahía de Algeciras en cabeza del ranking a nivel nacional con 107 millones de toneladas. El puerto de Huelva es a nivel andaluz el segundo detrás de Algeciras con 33,1 millones de toneladas, lo que supone un aumento del 2,47 % con respecto a 2017.