- El empresario sevillano Alfonso Alarcón Pan, en su tienda de muebles en la calle Feria, 147. / Manuel Gómez
«España tenía un sector esplendoroso y se ha destruido»
Más de cien personas dependen directa e indirectamente de la fabricación propia que realiza Muebles Alarcón, una de las pocas empresas del sector que ha sobrevivido a la crisis y a la llegada de formatos como el de Ikea. Está entre las mejores firmas del país
sevilla{La historia de Muebles Alarcón nace en 1959, ¿cómo y por qué?
—La empresa la fundó mi padre Alfonso Alarcón Flores en el año 1959, fue por tradición familiar pues ya existían otras tiendas de muebles que pertenecían a otros miembros de la familia, era una época esplendorosa en el sector del mueble, pues cambió el gusto en la decoración y se amueblaron multitud de hogares.
—¿Cuáles son los números de su empresa? Facturación, trabajadores...
—Muebles Alarcón ha ido en continuo crecimiento, hasta que llegó la crisis, en la que con mucho esfuerzo hemos conseguido mantener nuestra plantilla al completo mientras la mayoría de las empresas del sector cerraban. En la actualidad más de cien andaluces dependen directa e indirectamente de la fabricación propia que ofrecemos a nuestros clientes.
—¿En qué están especializados?
—En muebles y tapicería de calidad en todos los estilos fabricados individualmente a medida y personalizados para cada cliente, el precio es inmejorable pues la venta es directa de fábrica. Asimismo, distribuimos las mejores firmas nacionales e internacionales del mercado y ofrecemos una variedad increíble de objetos de decoración.
—¿Cuál es el secreto para mantenerse tantos años y superar las crisis?
—Mucha profesionalidad, un buen servicio al cliente y, por supuesto, una gran calidad en todos nuestros productos de fabricación propia. Hemos acumulado a través de los años un gran reconocimiento del sector. Hace poco nos eligió una de las más prestigiosas revistas de decoración, Gala Tienda Estudio, como la mejor empresa del sur y entre las tres mejores de España.
—¿Cuánto les afectó esta última crisis?
—La facturación bajó, en ciertos picos, hasta un 70 por ciento. Afectó muchísimo, pero a todo el sector. De hecho, entró en crisis antes de que llegara esta depresión económica actual. Pero hemos sobrevivido con prudencia, porque hemos crecido consolidándonos, y porque hemos sido versátiles, abrimos campos de trabajo. No estamos encasillados en un producto fijo.
—¿Cree que el sector y la economía en general se están recuperando ya?
—No quiero ser pesimista, pero nosotros aún no lo notamos al cien por cien, tenemos muchos altibajos en facturación y parones inexplicables. Es generalizado, le ocurre a todo el sector.
—¿Cómo ve el sector del mueble en Sevilla y Andalucía?
—Mal, hemos sufrido mucha competencia desleal. Aquí se ha primado lo que viene de fuera, es una lástima que un sector tan arraigado en nuestra tierra, con tanta tradición artesanal y que genera tantos puestos de trabajo no haya recibido ningún tipo de ayuda por parte de las autoridades, me da mucha pena cuándo recuerdo la cantidad de grandes profesionales que se han quedado por el camino. Era un sector esplendoroso en España que se ha destruido porque se abrieron las puertas al cien por cien al producto extranjero, más barato, pero más malo, de peor calidad.
—¿Se refiere a formatos como el de Ikea?
—Me parece bien si se busca algo barato, pero se perdió el mueble bueno, la artesanía, la tradición.
—¿Tienen plan de expansión?
—En estos momentos, no. Nuestra empresa está saneada gracias a que hemos sido muy conservadores, pero hasta que no veamos una clara recuperación no nos aventuraremos, siempre hemos pensado así y nos ha ido muy bien. No lo descarto en un futuro, pues tenemos mucha clientela en el resto de España, una parte importante de nuestra facturación se realiza a nivel nacional. Incluso hemos recibido muchos propuestas para abrir en Madrid.
—¿Cuánto factura fuera?
—Un 50 por ciento lo vendemos en la ciudad de Sevilla, un 30 o 35 por ciento en la región y un 15 por ciento en el resto del país. Sobre todo en Madrid y Barcelona, aunque también en Cáceres y Badajoz. En Andalucía, en la costa (Málaga y Cádiz) y en Córdoba gusta mucho el mueble tradicional y artesanal.
—¿Cuáles es su objetivo o reto para lo que resta de año y para el próximo?
—Estamos continuamente sacando modelaje nuevo, mejorando la calidad y el servicio, siempre intentamos sorprender al cliente, cuidamos hasta el más mínimo detalle en cada uno de nuestros productos y procuramos ser vanguardistas, nuestro objetivos es ser cada día un poco mejor que el anterior y así marcar aún más la diferencia con nuestros competidores.
—¿Qué le diferencia de la competencia?
—Somos mucho más versátiles, fabricamos en todos los estilos y vendemos directamente al cliente, nuestra fabricación es personalizada cuidando cada detalle y adaptándonos al gusto de cada uno de ellos. En fin, resolvemos todas sus necesidades, ofrecemos óptimos resultados con una magnífica relación calidad-precio.
—Díganos algo de su nueva empresa A Medida.
—Hace cuatro años, en plena crisis, creamos una nueva marca, A Medida, y nuestro objetivo es dirigirnos a un público actual y darle un servicio personalizado y a medida para la decoración de su hogar. Asesoramos y proyectamos de forma totalmente gratuita y ampliamos el abanico de posibilidades para el cliente, además de una amplísima gama de muebles y tapicería totalmente renovados, le ofrecemos nuevos servicios de confección personalizada, iluminación y decoración, realizamos proyectos especiales. ~