«Esta es la peor de las situaciones en las que se puede encontrar un empresario»

Fernando Seco Lapiedra es Vicepresidente ejecutivo de CESUR.

¿La soledad del empresario se acrecienta en situaciones como la que se está viviendo actualmente? «La soledad en la toma de decisiones es la misma de siempre, al final has de tomar partido por una u otra acción y recae sobre uno esa responsabilidad. Pero curiosamente, en esta situación, me siento más arropado por los socios, en mi caso concreto, de CESUR, donde compartimos las mismas inquietudes e incertidumbres, al tiempo que vamos aprendiendo unos de otros, y vamos decidiendo día a día».

¿Es este el escenario más duro con el que se puede de enfrentar un empresario? «A la incertidumbre sobrevenida por algo inesperado y de consecuencias brutales como una pandemia, se une la incertidumbre de un Gobierno que observas no sabe tomar las medidas económicas adecuadas que no tienen, algunas de ellas, lógica económica. Es, sin duda, la peor de las situaciones en las que se puede encontrar un empresario».

¿Es la incertidumbre el peor enemigo de un empresario? «No. Es peor la ignorancia y la incertidumbre política. Estamos acostumbrados a la incertidumbre de los mercados y los negocios».

¿Qué dibujo de podría hacer de la situación de las empresas a corto plazo? «El corto plazo es como resistir en una trinchera. Evitar que te maten y luchar por sobrevivir».

Los españoles, a pesar de todo, han decidido remar en la misma dirección sumando esfuerzos y sin fisuras ¿Llega un mundo nuevo? «Los españoles de a pie, en general, claro que han tomado la decisión de sumar esfuerzos, porque están sufriendo las consecuencias de la pandemia y de las medidas adoptada por el Gobierno. Pero hay otros españoles, nuestros dirigentes políticos y en especial los del Gobierno, que viven en su burbuja. Y estos no están uniendo esfuerzos y las fisuras son evidentes. ¿Un mundo nuevo? Sin duda. Pero puede ser un mundo catastrófico si seguimos los dictámenes de parte del gobierno que encomienda sus soluciones a fórmulas antiguas y fracasadas trufadas del comunismo. No entienden la libertad, la iniciativa privada y los mecanismos de mercado. Sería un mundo nuevo mejor, si la sociedad civil, que entiende lo que es la libertad y el mundo actual, tomara la iniciativa y las riendas de lo que tenemos que hacer. Menos ideología y más sentido común y profesionalidad».