Guía práctica para pedir las ayudas agroambientales de la PAC

El Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) publicó el viernes los requisitos, aunque su aprobación definitiva está a expensas de que Bruselas dé el visto bueno al Plan andaluz de Desarrollo Rural

01 jun 2015 / 12:00 h - Actualizado: 01 jun 2015 / 12:25 h.
"Medio ambiente","Agricultura","El campo y su agroindustria"
  • Guía práctica para pedir las ayudas agroambientales de la PAC

El Boletín Oficial de la Junta de Andalucía ha publicado, con fecha 29 de mayo, las condiciones que deben cumplir agricultores y ganaderos, así como los compromisos que han de mantener durante cinco años para tener derecho a las ayudas agroambientales de la Política Agraria Común (PAC). No exentas de polémica por el retraso en su publicación, las siguientes directrices están a expensas de que Bruselas dé su visto bueno al Plan de Desarrollo Rural de Andalucía 2014-2020, que aún no ha sido aprobado. Con esa salvedad, veamos las siete grandes líneas de estas ayudas.

Apicultura para la conservación de la biodiversidad

El volumen global se sitúa en los 34,68 millones. Los apicultores que quieran optar a estas ayudas deben mantener colmenares de no más de 80 colmenas, que han de tener al menos una distancia de un kilómetro respecto a otros colmenares del mismo apicultor. También hay obligación de contar con un mínimo de 150 colmenas ubicadas en Andalucía y que éstas se hallen en zonas de acogida –superficies de vegetación pero no de cultivo–, si bien se permite que hasta un 80 por ciento se mantenga durante seis meses en zonas agrícolas. Junto a ello, existe la obligación de identificar dónde se asienta cada colmenar y dar cuenta el último día de cada trimestre durante los cinco años.

Razas autóctonas puras en peligro de extinción

El mantenimiento de estas razas cuenta con una dotación de 10,13 millones de euros. Pedir estas ayudas implica el compromiso de mantener animales reproductores de raza pura inscritos en el libro genealógico de razas en peligro de extinción. Para ello, se obliga a un mínimo de un macho en todas las especies (bovina, ovina, caprina y porcina). En el caso de las hembras, el mínimo es de cinco para la especie bovina, de 30 animales en todas las razas de oveja, son 30 también en las cabras, y diez las hembras mínimas requeridas en la raza porcina. En caballos y asnos, la obligación será de un macho o una hembra reproductores.

Cultivos agroindustriales

Es este capítulo, el relativo a los sistemas sostenibles de cultivos agroindustriales, el segundo más cuantioso por volumen de ayudas, con 85,78 millones de euros. Para beneficiarse, la explotación agraria debe incorporar sistemas de rotación con los cultivos de algodón y remolacha (los elegibles en esta operación), conjugándolos con cereales, oleaginosas (como el girasol o el maíz) o proteaginosas (como las habas o los guisantes), y con leguminosas o con hortalizas en extensivo. Además, el solicitante debe formar parte de una Agrupación de Producción Integrada de cultivos elegibles (esto es, con control de fitosanitarios).

Hasta ahí los requisitos, porque los compromisos obligan a esas explotaciones a obtener la certificación en Producción Integrada en los años que los que se declaren parcelas con cultivos elegibles por parte de una entidad autorizada. Éstos, además, deberán contar con una superficie mínima de media hectárea, al tiempo que los restos del cultivo de la remolacha han de ser enterrados, y picados e incorporados los restos de cosecha en el suelo del cultivo del algodón.

Olivar

Con 86,12 millones de dotación económica, los sistemas sostenibles del olivar suman el mayor importe de ayudas. Podrán solicitarlas quienes tengan explotaciones con una pendiente media superior al 8 por ciento y cuenten con al menos una hectárea de superficie. Asimismo, para tener derecho deben tener control de fitosanitarios. La recepción de estas ayudas supondrá que el agricultor acepta, al igual que ocurre en los cultivos industriales, asistir al menos a dos jornadas formativas relacionadas con los compromisos agroambientales y participar en un sistema de seguimiento técnico.

Destaca aquí, no obstante, el requisito de implantar y mantener una cubierta vegetal espontánea o sembrada, entre el 15 de octubre y el 15 de marzo, con anchuras de 1,80 metros o 3,60 metros, según si se trata de cubiertas estrechas o anchas. Se apunta, igualmente, a otro compromiso aunque éste es voluntario: el triturado y la distribución de los restos de poda, porque hay que hacer al menos dos podas en el periodo de cinco años.

Aves esteparias y de los arrozales

22,4 millones son los fondos destinados para preservar esta población de aves. En el caso de las esteparias, uno de los programas que incluye es el de la adecuación de la fecha de cosecha a la fenología –ciencia que estudia los fenómenos biológicos que se presentan periódicamente relacionados con ritmos estacionales y que tienen vinculación con el clima, como la migración de las aves– del aguilucho cenizo. Aquí se compromete el agricultor a retrasar la recogida del cereal hasta el 30 de junio, salvo en los recintos en la zona de especial protección para las aves (ZEPA) del Alto Guadiato (Córdoba), que se retrasará hasta el 15 de julio. Hay obligación de cultivar cereal durante tres de los cinco años, periodo tras el que se revisará una posible ampliación.

Respecto a las actuaciones en las distintas ZEPA, una de la obligaciones implica mantener el rastrojo (restos de cereal una vez recolectada la producción), de manera que se prohíbe retirar esos restos hasta el 1 de octubre, se prohíbe el picado de la paja, no se permite la entrada de ganado hasta el 16 de agosto, ni acometer actuaciones sobre el suelo antes del 1 de octubre. Al igual que los rastrojos, se deberán mantener los barbechos (restos del cultivo en el campo durante la siguiente temporada agrícola). Situación en la que se deberá dejar el terreno desde la recolección de la producción hasta el 1 de septiembre del año siguiente y sobre el que no se podrá aplicar fitosanitarios, ni dejar que entre el ganado entre el 1 de enero y el 15 de agosto del año –tiempo mínimo– del barbecho.

Para los arrozales, la solicitud de las ayudas obliga a que, una vez terminado el ciclo productivo del cultivo, éstos deberán mantenerse inundados hasta el 15 de enero. Existe en este apartado un compromiso voluntario, éste es el empleo de abonos de liberación lenta, controlada o de fertilizantes estabilizados (dos veces en los cinco años).

Agricultura de montaña para los cultivos leñosos

El montante reservado asciende a 3,21 millones de euros. El BOJA señala que pueden solicitar la ayuda las explotaciones agrarias de producción ecológica con cultivos elegibles (frutales de secano, frutales de regadío y viñedo) que cuenten con una pendiente media superior al 20 por ciento. Hasta ahí los requisitos. Para ser beneficiarias, deben comprometer la certificación de producción ecológica y han de mantener una cubierta vegetal espontánea entre el 15 de octubre y el 15 de marzo del año siguiente y una anchura mínima media de 3,60 metros. En el caso de la vid, el ancho será de 1,80 y en calles alternas.

Agricultura de montaña para el olivar ecológico

Con una cuantía de 8,02 millones, este tipo de ayudas las recibirán las explotaciones de olivar con una pendiente superior al 20 por ciento, de mínimo una hectárea y bajo producción ecológica. Los compromisos que deberá mantener el beneficiario serán los mismos que aplican para los cultivos leñosos, con el mantenimiento de una cubierta vegetal espontánea con el mismo ancho y durante las mismas fechas (15 de octubre-15 de marzo).