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El presidente de la CEOE, Juan Rosell, clausuró la Asamblea de la CEA y el I Foro de Competitividad que se celebró en Antequera. / El Correo
Aunque la patronal andaluza se había marcado el objetivo de alcanzar el equilibrio presupuestario en 2015, finalmente éste tendrá que esperar. Las cuentas de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) cerraron el año pasado con unos números rojos de 2,5 millones de euros, apenas una mejora de 200.000 euros respecto a las pérdidas de 2,7 millones que atesoró al cierre de 2014. Un desfase presupuestario que fuentes de la patronal atribuyeron a «la necesidad de amortizar las deudas contraídas». La CEA volvió a elegir Antequera por tercer año consecutivo para celebrar su asamblea anual y a cuyo frente acaba de cumplir dos años su presidente, Javier González de Lara.
La organización se anota así, por cuarto año, pérdidas en su balance, si bien son inferiores a los 12,4 millones registrados en 2012, así como a los 6,8 millones de 2013 y similares a los 2,7 millones de 2014. Ante varios centenares de empresarios, González de Lara señaló su objetivo de alcanzar el equilibrio en las cuentas en 2017. Un objetivo que enmarcó en el nuevo plan de acción elaborado por la organización para 2016-2017, que abordará «un ambicioso plan de promoción asociativa» que permita ampliar la base de socios, y por tanto económica de la organización. También está en marcha una iniciativa para incrementar los proyectos y patrocinios, para dar respuesta a las demandas de servicios de los asociados y contando para ello con vías de financiación independientes, informó la CEA en un comunicado.
Tras la asamblea se celebró el I Foro de Competitividad Empresarial en Andalucía para reflexionar sobre los elementos que repercuten en la competitividad de la región y, especialmente, sobre sus empresas.
González de Lara indicó que «es prioritario generar entornos competitivos que permitan hacer negocio en Andalucía», para hacer viable la fórmula «más empresas, más empleo, más competitividad». Y mostró su convencimiento en que «la libertad empresarial debe traducirse en una menor y mejor legislación, que invite a crear actividades, que no restrinja, sino que facilite».
El foro, patrocinado por el Banco Popular y Telefónica Movistar, fue clausurado por los presidentes de CEOE y Cepyme, Juan Rosell y Antonio Garamendi, respectivamente.