El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) determinaba el pasado martes 23 de abril que la carne `halal´ no podrá llevar más el sello ecológico. La normativa comunitaria es clara, los productos Bio o ecológicos deben cumplir estrictos requisitos referidos a la cría animal, en los que se resaltan el no dañar la biodiversidad o el garantizar el bienestar total del ganado. Siguiendo estas normas, el Tribunal basa su decisión en que la práctica del sacrificio ritual que es utilizada en este tipo de carne “no respeta las normas más exigentes sobre bienestar animal” ya que pasa a los animales por cuchillo sin previo aturdimiento.
El rito `halal´, tradicional en la religión musulmana, sustituye el aturdimiento por degollar previamente al animal con un cuchillo bien afilado y con gran precisión. Para la justicia europea, esta técnica no es el mejor método para poder reducir al máximo posible el sufrimiento del animal en su muerte. Con ello, especifican que existen estudios científicos que demuestran que “el aturdimiento es la técnica que respeta en mayor medida el bienestar animal”. Igualmente, desde el TJUE certifican que el ritual musulmán “no es tan eficaz para reducir el dolor, la angustia o el sufrimiento animal como el sacrificio precedido de aturdimiento”.
Como añadido, la justicia europea argumenta que el aturdimiento es una técnica totalmente necesaria para que se produzca en el animal “una pérdida de consciencia y de sensibilidad” que pueda reducir en su máximo posible el sufrimiento durante el sacrificio hasta su final. Por todo esto, el Tribunal considera que “los métodos específicos de sacrificio prescritos por ritos religiosos” no equivalen al sacrificio con aturdimiento previo impuesto por el Derecho de la Unión Europea en lo respectivo a la protección del bienestar animal en el momento de la matanza.
El texto de la sentencia evidencia que “el logotipo de producción ecológica de la UE no se puede utilizar para la carne procedente de animales que hayan sido objeto de un sacrificio ritual sin aturdimiento previo”. Y, es que, el logotipo de hoja verde no certifica directamente al producto, sino al proceso completo. Únicamente los alimentos procedentes de animales criados o de vegetales producidos bajo las reglas estipuladas, podrán llevar el sello verde. Dentro de estas normas podemos encontrar la prohibición del uso de antibióticos y medicamentos de manera preventiva en animales o el uso de pesticidas sintéticos en los cultivos y cosechas.
El objetivo principal de este etiquetado ecológico es el “mantener y justificar la confianza del consumidor en los productos etiquetados como ecológicos”, demostrando con todas las pruebas posibles el cumplimiento de cada una de las normas, destacando siempre, el bienestar animal. Sin embargo, el Tribunal Europeo destaca que el ritual realizado para la producción de la carne `halal´ se permite en la Unión Europea “con carácter excepcional” para “garantizar el respeto de la libertad de religión”, refiriéndose en este caso a la islámica.
Por su parte, organizaciones animalistas de todo el mundo exigen el fin de esta excepción religiosa en los mataderos. A su vez, regiones belgas como Flandes y Valonia, ya han anunciado que tomarán medidas y prohibirán el sacrificio de animales sin aturdimiento.
Desde el Instituto Halal consideran que “afirmar que la etiqueta Halal no es compatible con la Eco o Bio es una simplificación. Y es que, del mismo modo, parece más encaminada a generar fobia y restringir los derechos de los ciudadanos europeos hacia los sacrificios de rito religioso y las personas que consumen Halal o Kosher. Y creemos firmemente que hay de fondo una motivación ideológica más que una medida destinada a preservar las características de las carnes bajo la denominación Eco o Bio”. Con ello, la Junta Islámica y el Instituto Halal manifiestan su disconformidad con la sentencia, solicitando una intervención o valoración imparcial al respecto.