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La sequía reducirá a la mitad el agua disponible para los regantes

La CHG estima que habrá unas reservas hídricas de 1.670 hectómetros cúbicos a fecha 1 de mayo. La capacidad actual de los embalses del sistema de regulación general, que se usan para riego, se halla al 28,14 por ciento

22 feb 2018 / 12:23 h - Actualizado: 22 feb 2018 / 12:33 h.
"Agricultura","Regadío","Sequía"
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La Comisión Permanente de Seguimiento de la Sequía del Guadalquivir se ha reunido esta semana para analizar los posibles escenarios que se abren con el volumen actual de reservas hídricas que se acumulan en los embalses de la cuenca y que actualmente se encuentra al 32,98 por ciento de su capacidad. En particular, los embalses del sistema de regulación general, al que pertenecen las infraestructuras que nutren al regadío, se hallan al 28,14 por ciento.

Con este panorama, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) estima que, «con un 90 por ciento de probabilidades», las previsiones de reservas a fecha de 1 de mayo se situarán en los 1.670 hectómetros cúbicos, lo que implicaría un desembalse para regadío «cercano a la mitad del volumen de una campaña de riego normal», según informó ayer la CHG en un comunicado.

El Jefe de Planificación de la CHG, Víctor Cifuentes, avanzó que las aportaciones recibidas en los embalses de la cuenca desde el comienzo del año hidrológico (1 de septiembre) han sido inferiores en un 85 por ciento a las aportaciones medias de los últimos 25 años, siendo la precipitación registrada un 40 por ciento inferior a la media histórica.

El próximo lunes está prevista una reunión informativa de la Comisión de Desembalse, pues hasta finales de abril no se aprobará el desembalse definitivo que se autorizará para el riego. La decisión dependerá, no obstante, de la evolución de los embalses durante los próximos dos meses. Cifuentes consideró que solo hay un 25 por ciento de probabilidades de que superen los 2.000 hectómetros cúbicos.

Los regantes agrupados en Feragua han solicitado una dotación de entre 2.000 y 2.500 metros cúbicos por hectárea, volumen que se sitúa algo por debajo de la mitad de la dotación habitual en una campaña normal sin restricciones, que se sitúa entre los 5.000 y 6.000 metros cúbicos por hectárea. Esta reunión servirá para que los agricultores puedan planificar sus cultivos de primavera y adecuarlos a los recursos hídricos disponibles.

De hecho, en la reunión de la comisión de seguimiento del pasado mes de diciembre apenas se había garantizado la disponibilidad de 1.000 metros cúblicos por hectárea, explica el secretario de Feragua, Pedro Parias, lo que condicionó para muchos productores la siembra de cereales de invierno, que necesitan un menor consumo de agua.

Parias confió en que se pueda atender la demanda de los regantes, teniendo en cuenta que en el anterior periodo de sequía, en los años 2007 y 2008, se dieron una «circunstancias similares» al contar con unas reservas de 1.600 y 1.680 hectómetros almacenados, respectivamente, y permitirse una dotación de entre 2.000 y 2.500 metros cúbicos, idéntica demanda a la actual.

Parias reclamó, no obstante, que se reserve un mínimo de 1.000 metros cúbicos por hectárea para riego de «emergencia», ya que ha aumentado mucho la superficie plantada de cítricos y almendros. «Lo pedimos para que el árbol no muera, no para que produzca», precisó.

Por su parte, el comisario de Aguas, Alejandro Rodríguez, y la directora técnica, Nuria Jiménez, adelantaron que entre las medidas que se están llevando a cabo y las que se plantean para corto y medio plazo para paliar los efectos de la sequía se encuentran el cumplimiento estricto de los caudales ecológicos, la realización de obras de emergencia en determinados puntos para favorecer el abastecimiento, la insistencia a municipios de más de 20.000 habitantes o sus empresas de abastecimiento de la necesidad y obligación de disponer de un Plan de Emergencias para la Sequía, el aumento del control y vigilancia de los consumos, el uso de aguas regeneradas para riego y movilización de recursos adicionales y cambio de tomas para optimizar el rendimiento, entre otras.