La ciudad de Sevilla está de enhorabuena, desde el pasado jueves 9 de Septiembre cuenta con un nuevo lugar de referencia para toda persona amante de lo puro y auténtico, Purita. Un espacio donde el mimo al producto de proximidad se une con un servicio cuidado al mínimo detalle. Ésta cafetería en pleno corazón de Sevilla, vecina de Las Setas (C/Jerónimo Hernández 14), tiene todo lo que te puedas imaginar para hacer las delicias de los paladares más exigentes.
Purita es el aroma a un café de verdad, un pan recién salido del horno, el arcoíris de una cesta de fruta del mercado, pasteles y tartas caseras hechas con todo el cariño del mundo, zumos frescos exprimidos cada mañana, un aceite intenso directo desde Jaén o cervezas artesanas y vinos naturales.
Ya sea un desayuno de buena mañana o un brunch de esos en los que el tiempo se para, el amor que en este hogar se le pone a todo lo que hacen transpira por cada esquina, según informa la empresa en un comunicado.
Pepa Beteta y Felipe Rull.
Bajo la visión de este entusiasmante proyecto se encuentran Pepa Beteta y Felipe Rull, una pareja con una pasión por la vida y el arte, por todo aquello que se hace desde el corazón y una voluntad de hierro para llevar a cabo sus sueños en unos tiempos tan inciertos. Después de recorrerse medio mundo descubriendo el universo de las cafeterías de especialidad (Nueva York, París, Londres o Madrid), ésta amante del buen desayuno venida desde Jaén aterriza en Sevilla hace 5 años. Aquí Pepa desarrolla su carrera y formación como barista compaginándolo con su trabajo dentro del sector turístico hasta decidirse a embarcarse en la aventura de PURITA. Al otro lado del espejo tenemos a Felipe, artista polifacético y cabeza visible del proyecto artístico “Puressa Jondo”. Aquí entra en juego su proyección de un mundo donde lo auténtico y lo moderno se fusionan. Collages, colores, diseño perfecto entre una cafetería trendy del Lower East Side y el Salón de casa de tu abuela.
Todo ésto y más es PURITA, es la vuelta al origen, es un homenaje a la vida pausada del pueblo, a la materia prima, al sabor natural y a la pureza de las cosas auténticas de verdad.