Lúmina Energía cierra su segundo año de actividad con una facturación de 8,2 millones de euros

La compañía Lúmina Energía ha cerrado su segundo año de actividad con una facturación de 8,2 millones en 2018 frente a los 500.000 euros del ejercicio precedente, situándose así entre las mayores comercializadoras andaluzas de energía reconocidas por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.

La clave de este éxito se debe a su amplio catálogo de servicios energéticos y a la atención adaptada a cada cliente, gracias a un equipo de profesionales que ya supera las 70 personas, entre puestos directos e indirectos, que le permiten dar una cobertura y un servicio post venta de máxima calidad en el conjunto de España.

Esto ha hecho que Lúmina tenga una gran acogida entre empresas de todo el país, las cuales constituyen el grueso de su clientela, si bien ofrece igualmente sus servicios a particulares y a otro tipo de instituciones, tanto públicas como privadas. En conjunto, suma una cartera de más de 5.000 suministros.

El grupo, con sedes en Sevilla y El Puerto de Santa María (Cádiz), centra actualmente su actividad en edificios comerciales, hoteles, establecimientos de restauración, oficinas, naves industriales, centros sanitarios y educativos, así como en administradores de fincas, comunidades de propietarios, asociaciones empresariales y particulares.

Para el ejercicio 2019, las previsiones son igualmente positivas tanto en facturación como en creación de empleo, gracias a sus planes de expansión territorial. En estos momentos, ya goza de una importante presencia en Andalucía y, a medio plazo, el objetivo es reforzar el peso en Extremadura y seguir creciendo en regiones ya presentes como Madrid, Cataluña y Galicia, así como dar el salto a otras a nivel nacional.

“Desde Lúmina nos adaptamos a las necesidades de cada cliente, lo que les permite reducir la factura, ser más eficientes, conocer al detalle la electricidad que necesitan y saber cómo funciona su empresa desde el punto de vista energético, al tiempo que les ofrecemos un servicio pre y post venta personalizado y de confianza”, explica Luis Garzón, uno de los cofundadores, junto con Alfredo Montero y Luis M. Martín.

Los tres tienen una amplia trayectoria en el sector energético -durante siete años han sido distribuidores de referencia de Iberdrola en la zona sur-, así como en el de las telecomunicaciones, donde han ocupado diversos puestos de responsabilidad en multinacionales como Siemens, Vodafone o BlackBerry. A su vez, cuentan con experiencia en el ámbito inmobiliario, ganadero y agrícola y en empresas tecnológicas como la sevillana Indisys -que fue comprada por Intel debido a su gran potencial- Servitel XXI y Bluumi.

El catálogo de servicios de la compañía andaluza, cuyo principal valor diferencial es el asesoramiento y seguimiento personalizado para cada caso, abarca desde la facturación eléctrica a precios competitivos hasta un conjunto de soluciones destinadas a mejorar la eficiencia energética, lo que se traduce en un menor consumo y en una optimización de las instalaciones.

Dentro de sus servicios, Lúmina Energía también realiza planes adaptados para empresas, negocios y diversos tipos de edificios para la sustitución de iluminación tradicional por bombillas LED, y para la instalación y mantenimiento de baterías de condensadores, que se encargan de reducir las pérdidas de energía, con el consiguiente ahorro en la factura eléctrica.

Sobre el punto anterior, Alfredo Montero comenta que “desde Lúmina apostamos fuertemente por el autoconsumo y la energía fotovoltaica, pues son servicios que, con una pequeña inversión, pueden suponer ahorros de entre un 40% y un 50% del consumo energético tanto para empresas como para particulares, lo que se traduce en rápidos plazos de amortización”.

Luis M. Martín recalca que “uno de nuestros objetivos prioritarios es fomentar el consumo eficiente, mejorando así el medio ambiente, para lo cual consideramos que es fundamental potenciar el uso de energías renovables”.

Por último, la compañía ofrece soluciones de telemedida, generando así una comunicación directa entre los equipos de medición y el distribuidor. Esto aporta una mayor precisión y un menor número de incidencias, a la vez que permite una lectura del consumo en tiempo real y desde cualquier dispositivo de una forma rápida y sencilla.