La croqueta cofrade más esperada de Sevilla

Ricardo Núñez, dueño de Casa Ricardo, define la ciudad como una «auténtica explosión de color, alegría y sabor». Un templo capillita que volverá a abrir sus puertas a finales de junio

Manu Ojeda manuojedas /
05 jun 2020 / 14:28 h - Actualizado: 05 jun 2020 / 14:47 h.
"Economía","Gastronomía","Marcaje al empresario","Semana Santa 2020"
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“Sevilla es una explosión de color, luz, alegría, sabor, olor... Todo esto lo llevamos en nuestros genes”. Claridad meridiana, total y absoluta es la que nos muestra Ricardo Núñez, propietario de la emblemática Casa Ricardo (antigua Casa Ovideo). Lugar forjado por cofrades para cofrades y no cofrades que pronto abrirá sus puertas. El 1 de septiembre, la ciudad tiene una cita obligada con el templo en el que sirven, orgullosamente, una de las croquetas con mayor sabor del territorio capillita. ¿Hay ganas por volver a degustarla? No se preocupen, no se quedarán sin ellas.

En sus declaraciones concedidas a El Correo de Andalucía, Ricardo nos cuenta cómo, desde su posición como hostelero del barrio de San Lorenzo, han transcurrido los últimos meses en los que Sevilla ha perdido, al uso, su particular primavera. Digo al uso, ya que, como bien nos argumenta, el ser humano, especialmente el que tiene el privilegio y la gracia de ser hispalense, es capaz de adaptarse y disfrutar de todo lo bueno que transmite y aporta su tierra.

El COVID-19 y sus historias...

La historia es terrible para el sector hostelero. Nos ha golpeado muy muy fuerte, a la vista está que hay muchos bares y restaurantes que no han vuelto ni volverán a abrir. El golpe, además, nos ha llegado en una época clave para los hosteleros sevillanos, como es la cuaresma. Tanto ésta como la Semana Santa es el periodo más álgido para nuestro sector en Sevilla. Nosotros, por el perfil y la ubicación en la que nos encontramos (justo detrás de la Basílica del Gran Poder), nos llegan muchos cofrades que hacen su parada obligada. Además, nuestra clientela es muy variada a nivel social. Turismo nacional, extranjero... Estos colectivos son los que acuden a disfrutar de nuestra oferta gastronómica.

Los últimos meses primaverales son, prácticamente, los que nos sustentan y hace más llevadera la época veraniega, en la que caen considerablemente los ingresos. El agujero económico que ya ha producido la pandemia es irreversible. Todavía tiene que seguir reactivándose todo para seguir adelante con una de los motores principales de Sevilla y España.

¿Has recibido algún tipo de ayuda? ¿A tiempo?

Cuando comenzó el cese de actividad. La primera ayuda que pedimos fue el ERTE para los trabajadores. Nos lo confirmaron a principios de abril pero la prestación nos tardó en llegar a todos.

Perspectivas...

Me gustaría ser optimista pero lo veo todo muy gris. Todo dependerá de si hay un tratamiento que ayude a controlar la pandemia y, según los especialistas, no va a ser en un corto plazo. El comienzo está siendo complicado porque estamos teniendo que cumplir muchas normas que inciden directamente sobre el negocio. No obstante, tenemos que ser responsables para contribuir a que esto pase lo antes posible. Creo que, al menos, en año y medio y dos años no dejaremos al virus atrás. Espero equivocarme pero la normalidad no va a llegar hasta ese periodo.

Haciendo un símil cofrade, lo único que deseo y quiero es que seamos capaces de aguantar los kilos que nos van a caer. Siguiendo con esta comparación, ojalá que todas las cofradías lleguen a sus barrios respectivos.

Sevilla es una ciudad muy pasional. Cómo crees que ha afectado la pérdida de la Semana Santa, Feria, Rocío...

Emocionalmente hablando, Sevilla ha estado y está muy tocada. Cuando se vislumbró que no se iba a celebrar nadie se imaginaba que realmente fuera a ocurrir, principalmente porque nunca se ha vivido. Ha sido algo sin precedentes. La Semana Santa la hemos vivido de otra forma. Una forma muy intimista, llena de recuerdos, amenizando nuestras casas con música y vídeos cofrades, con incienso, fomentando las redes sociales etc. La feria y el Rocío ídem de lo mismo. Sevilla es una explosión de color, luz, alegría, sabor, olor... Todo esto lo llevamos en nuestros genes.

Por otro lado, como seres humanos tenemos capacidad de adaptación. Creo que hemos conseguido adaptarnos, dentro de todo esto, lo mejor posible. Ni falta hace hablar de cómo la erradicación de estas celebraciones ha afectado económicamente a la ciudad. Nuestras fiestas son uno de los motores principales de nuestra economía y el daño ya es irreversible. Nos queda sólo esperar al próximo año para festejar, si Dios lo quiere, con mayor ilusión e intensidad si cabe toda nuestra primavera. Espero que así ocurra.

La croqueta cofrade más esperada de Sevilla

¿A quién dedicaras el primer plato de croquetas cuando puedas volver a abrir?

Desde Casa Ricardo, invitaremos a toda la clientela de Casa Ricardo. Gracias a su fidelidad somos lo que somos a día de hoy, sin lugar a duda. Os esperamos prontito.