Pérdidas históricas para Abengoa: 1.213 millones

La multinacional andaluza cosecha en 2015 unos números rojos sin precedentes, que se elevan hasta los 1.342 millones si se suma el resto de sociedades del grupo.

01 mar 2016 / 01:04 h - Actualizado: 01 mar 2016 / 12:38 h.
"Tecnología","Agencia Tributaria","Impuestos","Laboral","Empresas","Industria","Ingeniería","Abengoa","Energías renovables","Crisis en Abengoa","Felipe Benjumea"
  • Instalaciones de Abengoa en Palmas Altas. / José Luis Montero
    Instalaciones de Abengoa en Palmas Altas. / José Luis Montero

Abengoa y el conglomerado de 687 sociedades que giran en torno a la multinacional sevillana cerraron el año pasado con un volumen histórico de pérdidas de 1.342 millones de euros, 1.213,5 de ellos correspondieron solo a la matriz, tras traducir a las cuentas la realidad del grupo, que trata de cerrar in extremis esta semana un acuerdo con la banca que le permita eludir el que sería el mayor concurso de acreedores de la historia del país, y frente al beneficio de 125 millones registrado en 2014.

En una comunicación remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) pasadas las once y media de la noche, Abengoa explicó que el principal impacto -cifrado en 878 millones- responde a “la paralización de los proyectos en construcción, al deterioro de activos, intereses de demora y otros conceptos adicionales” provocados por la situación de preconcurso, que solicitó al Juzgado el 25 de noviembre, para ganar cuatro meses con los que poder negociar la reestructuración y refinanciación de su deuda con los acreedores. Incluye aquí, por ejemplo, una dotación de 241 millones por activos concesionales en construcción que no ha podido seguir desarrollando.

El resultado bruto de explotación (Ebitda) se redujo un 63,4 por ciento, hasta 515 millones, mientras que la cifra de negocio se situó en los 5.755,48 millones, un 19,5 por ciento inferior, aportada sobre todo (58 por ciento) por la actividad de ingeniería y construcción, el área estratégica sobre el que la nueva Abengoa quiere empezar de nuevo, tal y como recoge el plan de viabilidad presentado a la banca a finales de enero. La segunda pata de su negocio, con un peso del 35 por ciento, es la bioenergía, cuyos activos están incluido en el plan de desinversiones. Por su parte, las infraestructuras de tipo concesional (solar, líneas de transmisión, agua y cogeneración) le reportaron una facturación de 406,8 millones, un 18,5 por ciento inferior.

Por mercados, el 86 por ciento del negocio de Abengoa provino del exterior, frente al 14 por ciento generado en España, con especial influencia de Sudamérica (38 por ciento) y Estados Unidos (26 por ciento). Europa y otros países representan el 22 por ciento restante. Fue precisamente este dato, la procedencia geográfica de su actividad, la que le sirvió al ministro de Economía Luis de Guindos para tratar de desmontar el argumento esgrimido por la compañía, que apuntaba a la reforma energética y la supresión de las primas a las energías verdes como factores que habían perjudicado seriamente su negocio.

La deuda corporativa de Abengoa ascendió hasta los 6.325 millones al cierre de 2015 (5.325 en 2014), de los cuales reconoce 468 millones como vencidos y no pagados. Esta nueva financiación llegó de parte del crédito sindicado de 500 millones de 2014 no utilizado, del préstamo de 74 millones del Banco Europeo de Inversiones (BEI) y de otras líneas urgentes negociadas, explicó el grupo. La deuda bruta consolidada se colocó en 9.395 millones, 3.070 de financiación de proyectos. Por otra parte, las facturas pendientes con proveedores se elevaron hasta los 4.379,25 millones, de los que 604 millones han vencido y no ha sido abonados.

Su patrimonio, además, menguó desde los 2.646,17 millones a cierre de 2014 hasta los 696 millones apenas un año después, “derivado de los problemas de acceso a los mercados de deuda y capitales unido a la cancelación o no renovación de líneas de crédito por importe aproximado de 1.000 millones”. Por su parte, el pasivo total se redujo desde los 25.247 hasta los 16.627 millones, fruto de la desconsolidación de Atlantica Yield de las cuentas tras perder el control de la filial estadounidense el año pasado, precisó la ingeniería.

Abengoa cuenta a fecha de hoy con una participación del 41,48 por ciento en Atlantica (antigua Abengoa Yield), frente al 41,86 por ciento de finales de 2015, después de que se hayan completado operaciones de canje de los bonistas por importe de 13 millones de dólares en lo que va de año. Sus garantías representan uno de los escollos que ha impedido a la ingeniería recibir la liquidez inmediata que necesita. Los bancos utilizaron las garantías de estas acciones como aval para inyectar 106 millones (con vencimiento el 17 de marzo próximo) a finales de diciembre para pagar las nóminas, mientras que los bonistas, que están dispuestos a aportar 165 millones, reclaman a la banca compartir esas garantías como contraprestación. Atlantica ha cerrado el año con pérdidas por importe de 188,7 millones de euros frente a los 24 millones del ejercicio anterior.

La empresa, en el informe remitido a la CNMV, admite que ha elaborado las cuentas sobre la base de “empresa en funcionamiento”, de manera que ha considerado el panorama más favorable desde el punto de vista contable a la hora de presentar sus estimaciones, partiendo de la base de que logrará cerrar un acuerdo con los acreedores y poner en marcha el plan de viabilidad presentado.

123 MILLONES POR REGULARIZACIÓN FISCAL DE 2009 A 2014

Abengoa, matriz del grupo, reconoce en el informe que ha sido sometida a diversas actuaciones de inspección fiscal, en particular sobre el Impuesto de Sociedades entre los años 2009 y 2011, así como en el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) en el periodo comprendido entre marzo de 2010 y diciembre de 2011, y por las Retenciones e Ingresos a cuenta del IRPF/IRNR por idéntico periodo. Como resultado de esa regularización, la compañía ha registrado como impacto contable un gasto de 123 millones de euros en concepto de cuota e intereses de demora por IVA e Impuesto sobre Sociedades, si bien especifica que “no ha sido objeto de sanción por parte de la Agencia Tributaria”, después de que la empresa haya procedido a regularizar también los ejercicios 2012 a 2014 “utilizando los mismos criterios establecidos por la inspección para los años 2009 a 2011”. Añade que las cantidades correspondientes al IVA ya fueron ingresadas a la Agencia Tributaria, mientras que la cuota correspondiente al Impuesto sobre Sociedades “ha sido compensada en su totalidad con la aplicación de créditos fiscales del Grupo Fiscal, no suponiendo impacto sobre la tesorería de la compañía”.

TRANSACCIONES CON PARTES VINCULADAS

En este capítulo, la compañía reseña las operaciones comerciales llevadas a cabo con personas o sociedades vinculadas a lo largo del ejercicio 2015. Ocurre así, por ejemplo, con los 95.000 euros facturados por Blanca de Porres Guardiola, esposa del expresidente de Abengoa, Felipe Benjumea, en virtud de un contrato de prestación de servicios firmado con Simosa. O los 319.000 euros facturados por Equipo Económico (sociedad vinculada al consejero Ricardo Martínez Rico, quien fuera ex secretario de Estado de Presupuestos) a las sociedades Abengoa, Abengoa Concessions y Abeinsa Ingeniería y Construcción Industrial.

Entre los datos que aporta, la compañía asegura contar con una plantilla media de 28.121 personas, más incluso que al cierre de 2014 (27.181) a pesar de la rescisión de contratos en el último trimestre del año, cuyo impacto ha estimado entre 500 y 700. Y apunta que la retribución a la alta dirección de la compañía que no son consejeros ejecutivos ascendió a 7,16 millones, frente a los 11,35 millones del año anterior. Por cierto que las acciones de la compañía se dejaron en el parqué un 81 por ciento de su valor en el caso de la acción de clase A (con más derechos de voto), y que se elevó hasta el 89 por ciento en el caso de las de tipo B, que cerraron a 0,19 euros.