Por una praxis ética de la banca

CaixaBank. Jordi Gual defiende una nueva banca no oportunista y con menos riesgos

12 nov 2016 / 17:50 h - Actualizado: 13 nov 2016 / 17:46 h.
"Economía","Caixabank","Ganar el futuro desde Sevilla"
  • Jordi Gual, presidente de CaixaBank, en la VI Asamblea de la Agrupación de miembros del Instituto Internacional San Telmo. / El Correo
    Jordi Gual, presidente de CaixaBank, en la VI Asamblea de la Agrupación de miembros del Instituto Internacional San Telmo. / El Correo

Los bancos deben basar su praxis en comportamientos éticos y responsables, no oportunistas, para contribuir positivamente al desarrollo de la sociedad. Ésta fue una de las principales ideas que el presidente de CaixaBank, Jordi Gual, lanzó en el Auditorio de Fibes ante las 3.000 personas que participaron en la VI Asamblea de la Agrupación de Miembros del Instituto Internacional San Telmo. La banca, insistió, es un ejemplo del cambio que se produce en la sociedad, está en un contexto complejo por los efectos de la crisis, pero este tipo de gestión ética «no sacrifica el valor del banco, al contrario, lo refuerza a lo largo del tiempo».

Para Gual, la nueva banca debe ser (y también ser percibida como) un negocio de menor riesgo para los inversores. En su opinión, los elevados requerimientos de solvencia tras la crisis financiera se reflejan en el incremento de la ratio de capital de máxima calidad, que ha pasado del 9 por ciento en 2009 hasta el 14 por ciento en 2015 de media para la banca europea. Sin embargo, esta mayor solidez financiera de la banca no se ha traducido todavía en una menor percepción de riesgos por parte de los accionistas.

Para Gual, ello se debe en parte a la incertidumbre regulatoria: quedan por definir aún normas importantes. Y es que, «la estabilización del marco regulatorio sería muy positiva para el sector y, por ende, para el conjunto de la economía», según el presidente de CaixaBank.

Además, auguró que una proporción cada vez mayor de los ingresos bancarios provendrán de las comisiones por asesoramiento y no de los márgenes de intereses, lo que también redundará en una mayor diversificación y en menos riesgos de crédito y de mercado.

Gual destacó que CaixaBank se sitúa entre los bancos más solventes de la Eurozona, tal como demostró en los últimos test de estrés. «Gracias a esta robustez, la entidad ha podido acometer cinco integraciones en los últimos años, lo que ha permitido incorporar activos por más de 120.000 millones de euros», apostilló.

Tampoco olvidó que más allá de la solidez financiera, es necesario realizar un control estricto y efectivo de los riesgos reputacionales y operativos, como el blanqueo de capitales o el riesgo tecnológico.

En cuanto al contexto actual, defendió que los agentes económicos y empresariales afrontan un entorno particularmente incierto, donde lo único seguro son los cambios. Transformación rápida y profunda que está modificando para siempre la forma de hacer negocios.

«Sólo las empresas que saben gestionar la incertidumbre y cómo adaptarse y aprender de forma permanente podrán prosperar en los próximos años», sentenció para citar a continuación a Jack Welch: «La empresa que cambia a un ritmo menor que el de su entorno está condenada a desaparecer».

En cuanto a la realidad del sector financiero, sostuvo que la industria bancaria es un ejemplo paradigmático de estas transformaciones. No sólo por el impacto, «indudable», que ha tenido la crisis económica y financiera sino también «por las nuevas tendencias sociales, empresariales, tecnológicas y regulatorias que están cambiando la forma de hacer banca de un modo estructural».

Una transformación que tildó de necesaria e inexorable y que debe contribuir, en su opinión, de forma positiva al bienestar de los grupos de interés (stakeholders) a través de la satisfacción de las necesidades financieras de los clientes; el desarrollo profesional de los empleados y directivos; la remuneración adecuada de los accionistas y a la contribución al desarrollo de la sociedad.

Un avance social que, para concluir, Jordi Gual vinculó al optimismo, al dinamismo empresarial y al sentido de la anticipación y flexibilidad.