La empresa Río Narcea comunicó ayer al comité de empresa las razones económicas que justifican su decisión de desistir del proyecto de extracción de mineral en galería en la mina de Aguablanca. Localizada en el municipio extremeño de Monesterio, el cierre de esta mina de cobre y níquel afecta a unos 400 trabajadores de forma directa e indirecta, muchos de ellos de Sevilla, en concreto, de El Real de la Jara, así como de la onubense Santa Olalla de Cala, que se encuentran a pocos kilómetros de distancia. Sólo de El Real de la Jara trabajan en esta explotación minera alrededor de 50 vecinos.
En una nota de prensa, la empresa —el grupo canadiense Río Narcea Recursos Lunding Mining— asegura que en junio de 2015 el proyecto de mina a cielo abierto finalizó, «tal y como estaba planificado desde su origen». La razón: el precio de los metales.
En el año 2013, Río Narcea Recursos aprobó un estudio sobre la viabilidad de acometer un nuevo proyecto de explotación en subterráneo y dicha viabilidad se sustentaba en una proyección de precios del níquel a 8,4 dólares por libra y del cobre a 3,65 dólares por libra, según la compañía. «Lamentablemente, la evolución de los precios de los metales ha sufrido un drástico y continuado desplome desde entonces», apostilla en su comunicado Río Narcea.
La inversión prevista para desarrollar dicho proyecto era de 221,1 millones de euros. Considerando los precios actuales del mercado de los metales, y a pesar de que el nuevo proyecto ofrecería ingresos por 115,1 millones de euros, el resultado total generaría en ese periodo pérdidas por 106 millones de euros, aseguran.
«Ante la contundencia de los datos, y una vez estudiadas en profundidad todas las alternativas posibles, Río Narcea se ha visto obligada a tomar la decisión de renunciar al proyecto de extracción en interior», apostilla la empresa.
La actuación de la empresa canadiense en el yacimiento de la Faja Pirítica Ibérica tiene el rechazo de plano de los ayuntamientos afectados, que recalcan que la decisión de mantener activo este yacimiento con un proyecto de extracción en galerías subterráneas, tras haberse agotado la producción a cielo abierto, la tomó el propietario en agosto de 2015. La compañía compró el complejo a Río Narcea Recursos en 2007.
El pleno de la Diputación de Huelva debatirá hoy sobre el cierre la mina, puesto que el PSOE presentó una moción por vía de urgencia para pedir información al Gobierno. El responsable de Organización de IU en Huelva, Rafael Sánchez, remarcó que la decisión de Río Narcea Recursos SA-Lundin Mining «demuestra que a los propietarios sólo les importan sus beneficios económicos, por encima de los de las personas» ya que supondrá «un duro golpe».