‘Sembrar’ la diferencia como aval de supervivencia

Servir de nexo de unión entre el campo y la innovación. Ésa es la misión principal del centro tecnológico Adesva, especializado en el sector agroindustrial, que ayer ofreció a productores e industriales algunas claves para hacer más fácil la materialización de nuevas ideas, proyectos y apuestas en materia de investigación, desarrollo e innovación y que básicamente se suelen topar con el escollo de la financiación.

Para allanar el terreno, Adesva organizó una jornada sobre incentivos para la innovación empresarial, en la que dio a conocer las novedades y oportunidades de financiación más adecuadas para que las empresas puedan desarrollar sus proyectos de I+D+I, en la que participaron expertos del centro tecnológico, Caja Rural del Sur, la Agencia IDEA y el CDTI.

«No se trata de dar el pescado, sino la caña, y de apostar por la innovación, que es la que nos permite marcar la diferencia». Por eso, el presidente de Adesva, Antonio Morera Vallejo, insistió en que a los empresarios no les debe preocupar la competencia de países como Marruecos u otros emergentes, sino focalizar su esfuerzo en diferenciarse de los demás en base a la calidad y a la investigación. «El camino no es pensar en la cantidad porque no podemos compararnos con China», aseveró, pero sí buscar otra senda y aprovechar las herramientas que ponen a su disposición centros tecnológicos para conseguir, por ejemplo, nuevas variedades de fruta, o mejores rendimientos de recursos hídricos y fertilizantes, o desarrollar maquinaria de recolección de fresas o plásticos biodegradables que eliminen el impacto sobre el medio ambiente. Son solo algunas posibilidades que están sobre la mesa y otras que ya son una realidad, como la tecnología que permite prolongar la vida de las frutas, lo que abre nuevas posibilidades de alcanzar mercados exteriores en mejores condiciones, por ejemplo.

Son iniciativas, apostilló, que «a nivel individual no se pueden hacer, pero sí a través de centros como Adesva, que tienen como objetivo ayudar a las empresas», afirmó.

En este sentido, el presidente de los empresarios onubenses (FOE), José Luis García Palacios, puso el acento en la colaboración público-privada y en la necesidad de aplicar el conocimiento en aras de generar valor añadido en el mercado. Para ello, instó a eliminar como barreras el tamaño de las pymes, a mejorar el conocimiento que tienen los empresarios de los instrumentos de los que pueden disponer y perseguir que prevalezca en la tecnología a desarrollar un carácter eminentemente práctico que responda a necesidades reales.

«Si antes las empresas solo miraban los costes y cómo sobrevivir, ahora la diferenciación resulta fundamental. Y ahí, todos, también las administraciones, tenemos que hacer un esfuerzo para no quedarnos atrás», consideró el presidente de la Diputación Provincial de Huelva, Ignacio Caraballo. Algo que es «muy difícil», precisó, lograr sin financiación. Caja Rural del Sur, colaborador de la jornada, destacó la agricultura de primor onubense, a la que le hace falta, no obstante, remarcó, incorporar tecnología, nuevos canales, potenciar la cuarta y quinta gama, nuevas variedades... Y en ese camino, aseguró la entidad, «es nuestra obligación» acompañar al agricultor.