Sevilla: refugio de lujo para el inversor foráneo

La demanda de fincas y casas en el centro de la ciudad reactiva el sector inmobiliario del lujo. Firmas internacionales llegan a la capital andaluza y las que ya operaban mejoran sus ventas

03 oct 2016 / 08:20 h - Actualizado: 02 oct 2016 / 22:13 h.
"Mercado inmobiliario","Crisis","Construcción","Inversión","Una ciudad de lujo"
  • Hacienda en Sevilla del siglo XVII restaurada tras cambiar de dueño en la provincia de Sevilla. / Casas en el Sur.es
    Hacienda en Sevilla del siglo XVII restaurada tras cambiar de dueño en la provincia de Sevilla. / Casas en el Sur.es

Un cóctel perfecto. Eso es lo que se está gestando en el sector inmobiliario del lujo de Sevilla y su provincia. Franceses, suizos, alemanes, estadounidenses y suramericanos que quieren invertir buscan cortijos, casas señoriales o pisos con vistas a la Giralda. Sevilla es un refugio de moda para los inversores extranjeros.

La saturación de Madrid y Barcelona ha hecho que se mire al sur, de ahí que inmobiliarias internacionales y nacionales de alto standing hayan abierto recientemente en Sevilla y que las firmas que ya operaban en la capital andaluza hayan incrementado sus ventas hasta en un 30 por ciento. El mercado se ha reactivado después de ser duramente castigado por la crisis económica, si bien las ventas aún están muy lejos de las cifras previas a la debacle económica.

Pero, ¿qué es lujo en el mundo inmobiliario? Para Álvaro Parias, director de Casas en el Sur (www.casasenelsur.es) todo lo que se vende por encima del millón de euros es de alto standing. Desde una finca en la Sierra Norte de Sevilla por 36 millones de euros hasta un piso de lujo de 269 metros cuadrados en la calle Fabiola de 1.040.000 euros o una casa en el barrio de Santa Cruz con inigualables vistas a la Sevilla monumental por siete millones.

Los ingredientes de este cóctel están claros: el buen clima, las conexiones por AVE y avión a Madrid y al resto de capitales europeas, la seguridad –frente a la inestabilidad de países como Turquía o Egipto– la mejoría de los datos macroeconómicos, el boom turístico, la gastronomía, el caballo, la caza... Aunque no todo casa bien en esta coctelera. La incertidumbre política en España, el miedo a fuerzas políticas como Podemos y las cifras de paro frenaron la tendencia alcista del sector inmobiliario en general y también del ligado al lujo.

Buhaira Consulting (www.buhairaconsulting.com) trabaja en la capital desde 2012 y, según uno de sus dos socios, Carlos Zaragoza, las ventas incrementaron un 30 por ciento entre 2014 y 2015.

¿Y qué demandan estos inversores extranjeros a los que la crisis no les afecta? Para Parias, en el ámbito urbano reclaman casas en el centro de Sevilla, con encanto, con patios tradicionales, con sabor andaluz, con historia «y que sean discretas, poco llamativas porque son personas que no tienen que presumir, que tienen casas en varios países para pasar temporadas y que quieren tranquilidad y seguridad». En el ámbito rural, por otro lado, se demandan fincas de ocio reformadas o para reconstruir. «El presupuesto no es un problema», añade.

Eso sí, hay variables imprescindibles: la privacidad, que las viviendas estén totalmente equipadas, que estén aisladas y sean tranquilas. E incluso hay quien busca un coto de caza con más de 1.000 hectáreas. De hecho, un ciudadano holandés acaba de comprar uno de 3.600 hectáreas a 50 kilómetros del aeropuerto. «Encontrar algo así en Inglaterra o Escocia es impensable porque, además, el precio de aquí es infinitamente más bajo», recalca.

Eso sí, el mercado local sigue congelado. Hay casas en urbanizaciones como Simón Verde o Las Canteras en las que los carteles de Se Vende no desaparecen. «Son casas difíciles de vender porque no hay demanda local que asuma más de un millón de euros», explica Parias. Eso sí, también hay excepciones. Una de ellas es el Real Club de Golf de la calle Pan de Alcalá, donde «los futbolistas están copando las casas y donde se paga 4.000 euros al mes de alquiler». Con todo, la demanda local sólo se anima cuando se presenta una oportunidad, una ganga.

La inmobiliaria de Ronaldo

Juan Carlos Juárez, director de Gilmar (www.gilmar.es), que recientemente estrenó oficina en República Argentina, considera que el lujo se mueve entre los 5.000 y 6.000 euros el metro cuadrado. En su opinión, una de las joyas que buscan los inversores extranjeros –también madrileños– es «el apartamento de uno o dos dormitorios en edificios céntricos rehabilitados o en palacetes». «Es de los pocos productos que tiene en Sevilla más demanda que oferta», asegura desde esta inmobiliaria familiar ligada al nombre de Cristiano Ronaldo desde que el jugador del Real Madrid manifestase que es una de las inmobiliarias a la que ha encargado la venta de su mansión madrileña. En la cartera de clientes de esta firma hay una decena de jugadores del Madrid y otros tantos del Atlético.

Para Juárez, en Sevilla se debería rehabilitar porque «es el mayor negocio inmobiliario a medio y largo plazo y la única forma de que entre con más fuerza el capital nacional y extranjero».

Además, añade que también hay un mercado a destacar: la venta de fincas agrarias para su explotación. Si los cotos de caza son un caramelo para inversores extranjeros atraídos «por el mundo del caballo o la caza», las fincas agrícolas lo son para empresas españolas del sector hortofrutícola y olivarero.

Holandeses, belgas, alemanes, franceses e inversores de países árabes son los principales clientes de Gilmar, que cuenta entre sus ofertas con un palacete por unos diez millones de euros, fincas de explotación agraria que superan los 30 millones o de caza entre 15 y 25 millones.

Gilmar, Casas en el Sur, Sotheby’s y Buhaira Consulting copan el 80 por ciento del mercado de la venta de alto standing en Sevilla.