«Somos el negocio de Sevilla con más surtido de champán francés»

¿Una tienda de productos gourmet en un polígono industrial? Pues sí, y el negocio de Sabores del Almacenito, en El Pino, crece. El secreto del establecimiento de Sevilla que, probablemente, más whisky japonés vende es la «atención personalizada»

18 jun 2017 / 08:00 h - Actualizado: 18 jun 2017 / 14:48 h.
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  • Antonio Romero, en Sabores del Almacenito, en la calle Pino Piñonero, 11 del Polígono El Pino. / El Correo
    Antonio Romero, en Sabores del Almacenito, en la calle Pino Piñonero, 11 del Polígono El Pino. / El Correo

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{¿Cuándo nació Sabores del Almacenito?

—Hace cuatro años, aproximadamente. El nombre es Sabores del Almacenito, pero todo el mundo lo conoce como el Almacén.

¿Por qué ese nombre?

—Buscábamos un concepto cariñoso vinculado con el origen de este negocio.

¿Cómo surgió?

—La idea de los tres socios, Miguel Ángel Yllescas, mi hermano José Moisés Romero y yo, era abrir una tienda, pero con el paso del tiempo hemos ido ampliando el surtido de vinos, las referencias y actualmente somos como una abacería. Estas instalaciones eran de mi padre, que trabajaba de mayorista, y decidimos abrir una tienda, que era muy pequeña, porque los propios vecinos nos preguntaban si podían comprar un queso, un vino o chacina. Al jubilarse mi padre se traspasó y con los años, la recuperamos con un nuevo concepto.

¿No es raro tener una tienda gourmet en un polígono industrial?

—Sí, pero vimos que la respuesta era muy buena. Y, gracias a Dios, vamos a más. Es algo atípico, que es precisamente lo que estamos buscando. Queremos ofrecer algo distinto.

¿Cuántas referencias tenéis?

—Alrededor de 1.500 referencias entre conservas, embutidos, quesos, vinos, whisky, champán... todo de una gama media-alta. Gourmet. Aquí no hay anchoas de dos euros ni conservas baratas.

¿Qué tipo de clientes tienen?

—El perfil de nuestro cliente es, fundamentalmente, el de empresarios. Y médicos, políticos, militares... Hace poco estuvo aquí un consejero de la Junta y el director de una importante cadena de supermercados. Hace unos días hubo una reunión aquí y comieron caviar con champán francés. Creo que somos el negocio de Sevilla con más surtido de champán francés. Y caviar tenemos siempre.

¿El mercado gourmet vende en Sevilla, hay suficiente nivel adquisitivo?

—Estamos creciendo, sí, hay mercado en Sevilla. Por eso vamos a reformar las instalaciones porque ya no tenemos sitios para más referencias. Puede parecer que otras ciudades son más ricas, pero aquí también hay mercado.

¿Qué tipo de productos se pueden encontrar en sus estanterías?

—Desde mermelada especial de confitura de tomate a quesos lituanos o conservas de pescados especiales o whisky japoneses y la alta gama de ibérico. Probablemente somos la tienda de Sevilla que más whisky japonés vende en la ciudad.

¿Lo gourmet está de moda en Sevilla?

—Aquí se puede degustar el producto y el trato es muy personalizado. Miguel Ángel entiende mucho de vinos y jamones y es como un asesor. El servicio es muy cercano al cliente, muy especilializado. Intentamos que se sientan como en su casa. Y no buscamos al sibarita, al contrario.

¿Tienen planes de futuro?

—Queremos mejorar las instalaciones.

¿Ampliar?

—De momento no vamos a replicar este mismo negocio en otro sitio. Queremos seguir potenciando éste. Tenemos sitio, demanda y pretendemos ampliar el surtido y los servicios.

¿Sólo venden a particulares?

—No. También vendemos a hostelería y ofrecemos el servicio de corte de jamón o chacina. Si bien la venta a la hostelería es menos del 20 por ciento del total aún.

¿La Navidad es su temporada alta?

—Tenemos un gran volumen de negocio en los regalos de empresa, sobre todo en Navidad, sí.

¿Se nota la recuperación económica en estos regalos de empresa o todavía impera la prudencia?

—La gente ha vuelto a comprar productos de más calidad. Quieren otra vez el mejor vino y el mejor jamón. Antes, con la crisis, se pedía algo más baratito. Hacemos incluso los lotes navideños de los conductores de Tussam y del Metro y son lotes más asequibles, pero otros empresarios nos piden 50 jamones de 300 euros, con vinos y whisky de alta gama.

¿Cuál es la facturación media anual de Sabores del Almacenito?

—Empezamos con 400.000 euros y ya vamos por más de un millón de euros.

Entonces, ¿cree que el negocio crece gracias a la mejoría económica?

—Sí, la gente viene con más alegría a comprar. Vendemos productos de alta gama y se nota que hay más clientes ahora y que se compra mirando la calidad.

¿Qué es lo más caro que venden en Sabores del Almacenito?

—Jamones de bellota que puede llegar a los 550 euros y algunos tipos de vino, que cuestan 700 y 800 euros la botella. Tenemos 400 referencias de distintos vinos y, con todo, hay personas que llegan y nos piden un vino especial. En tres días se lo traemos aquí. ~