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San Pablo y la armonía de las sensibilidades

La integración del Betis en el Caja y del Caja en el Betis avanza con un ejemplar ejercicio de respeto entre aficionados. Otro entradón ante Unicaja.

10 ene 2017 / 11:11 h - Actualizado: 10 ene 2017 / 11:17 h.
"Baloncesto","Liga ACB","Real Betis Energía Plus"
  • Grada del San Pablo en un partido de esta temporada. / Manuel Gómez
    Grada del San Pablo en un partido de esta temporada. / Manuel Gómez

San Pablo disfrutó el pasado domingo de otro día redondo. El Real Betis Energía Plus lograba una victoria de muchos quilates ante Unicaja Málaga en comunión plena con una grada con 6.877 espectadores. En el encuentro precedente, ante el Real Madrid, se superaron los 7.000 aficionados, aunque ante los blancos suele ser habitual el lleno en los últimos años. El ambiente vivido en ambos choques fue excepcional, con una grada volcada que llevó en volandas a un equipo que superó las expectativas y estuvo a la altura de las circunstancias. El impacto de esas victorias va más allá del valor que tienen para la clasificación en la Liga Endesa, donde el conjunto de Zan Tabak ha escalado hasta el décimo puesto con tres triunfos seguidos (Bilbao en medio de los mencionados partidos de local).

La supervivencia del Caja de la mano del Real Betis Balompié tenía que superar también un choque de sensibilidades por la irrupción de la rivalidad sevillana del fútbol. Era una incógnita a despejar. De inicio, la peña La Keka, el grupo de animación más significado en el pabellón, decidió disolverse por la pérdida de identidad que, entendían, se iba a producir en el proceso. La campaña de abonos, no obstante, vino a aclarar que las bajas de antiguos socios por incompatibilidad de sentimientos no iban a ser tan numerosas como podía temerse. Muchos cajistas decidieron que esta temporada iba a ser un test para comprobar si seguían estando cómodos con los cambios y con el ambiente. Y la temporada ha venido a demostrar que la integración ha sido armónica, con una conciencia común de que la pasión por el baloncesto de élite y su continuidad debía relegar posibles conflictos.

Y en San Pablo suena el himno del Betis, como es lógico, y es aplaudido y a continuación la grada anima al grito clásico de Caja. Los nuevos aficionados que han llegado gracias al club verdiblanco han sido bienvenidos y la tolerancia entre las sensibilidades de los recién llegados y los cajistas de siempre ha sido ejemplar. Al fin y al cabo, es una característica del deporte de la canasta, donde el respeto es un valor inherente y modélico.

Y si los resultados acompañan, el espectáculo del baloncesto, como el disfrutado en los dos últimos choques en casa, ayuda a convencer poco a poco a los que desconfían, alrededor del club de fútbol verdiblanco, de acoger una sección de baloncesto, que, por cierto, está registrando sus mejores resultados de venta de entradas de toda su historia.