-
Radicevic manda junto a Porzingis. / EFE
Victoria clave para el Baloncesto Sevilla (72-78) en Manresa, donde esta tarde ha hundido a un rival directo por la permanencia, a pesar de no conseguir igualar el basket average particular con los catalanes. El Nou Congost se vestía de gala para recibir al conjunto sevillano en una jornada vital para ambos equipos. Los resultados que se habían dado en la jornada hacían que el conjunto que acabara derrotado cayera a los puestos de descenso. Y eso le ha tocado a los de Pedro Martínez, que casi siempre fueron a remolque de los de Luis Casimiro, quienes administraron una cómoda ventaja de seis puntos en los últimos tres minutos.
No comenzó bien el choque para los hombres de Casimiro, que recibieron un 5-0 de parcial en los primeros dos minutos y medio. Sin embargo, el Baloncesto Sevilla consiguió reponerse al empuje local, sobre todo de la grada, y acabó el primer cuarto igualando el marcador (17-17). Tenía malos números en los lanzamientos de tres y en los rebotes, tanto defensivos como ofensivos, pero logró frenar el ímpetu del Manresa. Un triple de Urtasun inauguró el segundo cuarto, donde el club hispalense se desprendió de los nervios con los que comenzó el encuentro e intensificó el juego en el poste bajo, con unas mejores transiciones defensa-ataque que le permitió conseguir un parcial de 6-0 para colocarse a falta de poco más de seis minutos para el descanso con un marcador de 20-26. Pero la veteranía de un hombre como Roger Grimau no permitió tal ventaja para los andaluces, que sólo se fueron dos arriba a los vestuarios (35-37) por culpa de un triple sobre la bocina de White.
Ambos equipos retornaron bien plantados en defensa, pero con una escasa anotación en los tiros de campo. Tras unos minutos sin anotación por parte de ninguno de los dos conjuntos, Balvin con un mate ponía la máxima diferencia a favor de los sevillanos (36-44) a falta de cinco minutos para el final del tercer cuarto. Tras el tiempo muerto pedido por Pedro Martínez, el Bruixa D’Or se repuso con un parcial de 6-0, logrando nivelar la balanza justo antes del último y decisivo cuarto (53-55). La mala estadística lograda por el conjunto sevillano en el rebote defensivo alertaba a Casimiro de que tenía que ajustar las piezas.
El último acto comenzó como acabó el tercero, con pocos rebotes defensivos cazados por los jugadores del Baloncesto Sevilla y un gran acierto de cara al aro contrario de los hombres de Pedro Martínez, lo cual permitió al equipo catalán ponerse de nuevo por delante en el marcador (58-55) a mediados del cuarto. Desde entonces el partido se convirtió en un correcalles. En la pintura fue donde el Baloncesto Sevilla se hizo fuerte, y desde ahí, ayudados por los triples de Berni, construyó una ventaja (64-70) que supo mantener en los minutos finales. El partido ya no se le escaparía a los sevillanos, bastante concentrados y dispuestos más que nunca a seguir en la ACB.