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El plantel sufrirá una importante remodelación. Foto: Inma Flores
A expensas de certificar la permanencia con una o dos victorias, el escenario que se avista a continuación en el Baloncesto Sevilla no será menos complejo que el del parquet. Con el final de temporada será tiempo de empezar a despejar las innumerables incógnitas que sobrevuelan el futuro club, que incluye, obviamente, la planificación deportiva a corto y medio plazo. La tarea que espera no es ardua, sino lo siguiente. Porque los frentes abiertos son múltiples y por lo que se observa, un solo actor principal, el presidente Fernando Moral, para tomar decisiones que van a ser trascendentales.
El 30 de junio Jefferson Capital será historia en el Baloncesto Sevilla. Jeffrey Meythaler no tiene intención de cumplir el contrato que firmó con Caixabank y devolverá la propiedad. Vuelta a empezar. Búsqueda de compradores, en marcha desde semanas atrás, o en su defecto, alguna sociedad con la que compartir las acciones, y por tanto, la financiación. El presidente está sondeando a empresarios sevillanos, como ya explicó en una reciente entrevista en ElCorreoTV. Tiene claro que si Sevilla quiere tener baloncesto de élite, el tejido empresarial de la ciudad se tiene que implicar, más allá de que la entidad deba aumentar significativamente su masa de abonados. Pero ese proceso es más lento. Pero si no aparecen compradores, Caixabank, después del fiasco de Jefferson Capital, está obligado a tirar hacia adelante.
Con la salida de Meythaler, queda en el aire la continuidad del director general, José Luis Galilea, cuya ruptura con Fernando Moral es conocida. Y si el dirigente vasco, que tiene contrato, sale debe llegar en las siguientes semanas al término de la temporada un sustituto que empiece a planificar la plantilla. Moral llegó al compromiso con Luis Casimiro de que le ofrecería la renovación si todo salía bien, con lo que, salvo sorpresa, el manchego seguirá.
¿Lo hará Audie Norris? Llegó con Galilea y tiene contrato. Casimiro será quien decida. En el staff técnico hay otro hombre fichado por Meythaler, Larry Sanders, el preparador físico.
La plantilla de la 2015-16 poco tendrá que ver con la actual. El perfil, claramente, cambiará. Seis jugadores acaban contrato: Woodside, Urtasun, Balvin, Hernangómez, Berni Rodríguez y Penney. Además, Kristaps Porzingis se marchará, todo apunta que a la NBA.
Es decir, tres de los cuatro pívots que ponen el sello al juego del equipo ya no estarán. El club ofreció la renovación a Balvin y su agente pospuso cualquier negociación hasta el final de la temporada. Al checo le apetece un cambio de aires pero dependerá de las ofertas y de si el club ejerce el derecho de tanteo, pese a que el pívot prefiera marcharse, para obtener un rédito económico.
Está también el asunto Derrick Byars, un jugador que, aunque ha mejorado sus prestaciones, ha dejado muchas dudas. Pero tiene contraro, y sería otra indemnización a la que hacer frente.
Y el dinero que va a dejar Porzingis (algunas fuentes estiman en 600.000 euros) y el que pueda reportar Balvin, si se marcha, no va a dar para cambios en la estructura ejecutiva, técnica, salidas de jugadores, llegadas o renovaciones...
Habrá también que hacer frente a un planteamiento de fondo. El nuevo modelo de equipo, en el que aún quedarán dos talentos jóvenes como Radicevic o Maxim Salash, y veremos si Diego Gallardo, que apenas ha jugado.