Porzingis, de San Pablo a rey del Madison

Hubo quien vaticinó que en su primera temporada en la NBA su único protagonismo estaría en el banquillo para agitar las toallas, cuando alguno de sus compañeros hiciese una buena jugada. Ese quien no fue otro que su seleccionador nacional, Ainars Bagatskis, cuya carrera, larga como jugador y entrenador, que no brillante, no le ha dado para darse cuenta de que Kristaps Porzingis no solo está destinado a ser el mejor jugador letón de todos los tiempos, sino uno de los mejores jugadores europeos de siempre. Bagatskis debió seguir sus evoluciones en Sevilla, más disculpa tienen los aficionados de los Knicks que abuchearon la elección de Phil Jackson en el draft de la NBA. En la Gran Manzana, nada sabían de él, pero todos los managers de la NBA tenían informes del ala-pívot con más proyección del baloncesto europeo en muchos años. Por San Pablo, semana sí y la siguiente también, Porzingis convivía con un exhaustivo scouting. Treinta y dos partidos después, solo treinta y dos partidos, el Madison venera a Porzingis y en la liga ya se le buscan comparaciones con superestrellas en su temporada de rookie y acapara portadas de las revistas especializadas más importantes.

Pues vamos a comparar: ¿Qué hizo Pau Gasol en su primer año con Memphis? Hay que subrayar que el catalán llegó a la NBA en 2001 con 21 años, es decir, con un año más que Porzingis (número 4 del draft), que el pasado 2 de agosto cumplió 20 años. Con 20 años el de Sant Boi jugaba en el FC Barcelona, donde en 30 partidos promedió 11.4 puntos y 5.2 rebotes con 14.5 de valoración. Porzingis, la pasada temporada con Baloncesto Sevilla, pero con 18 años, promedió en sus primeros 30 partidos 10.8 puntos y 4.7 rebotes. En su primer año en Memphis, el mejor jugador español de la historia hizo, en los 82 partidos de la temporada, 17.6 puntos y 8.9 rebotes en 36,7 minutos de juego, superando el 50% de acierto en tiros de campo.

Gasol, elegido con el número 3 en el draft (Atlanta Hawks), acabó siendo el rookie del año. En esa carrera, de momento, Kristaps Porzingis aparece en esta su primera temporada en la NBA entre los tres mejores de la estadística. Rivaliza con el número uno del draft, el dominicano-estadounidense Karl Anthony Towns, un pívot de 2.11 elegido por Minnesota Timberwolves (16.1 puntos, 9.4 rebotes), y el pívot de Philadelphia Jahlil Okafor, número 3 del draft (17.6 puntos y 7.8 rebotes). Los Sixers, que engrosan como los Knicks la Conferencia Este, tienen un balance de 2 victorias y 30 derrotas, por las 14 victorias y 18 derrotas de la franquicia neoyorkina, que aún así está lejos del liderato de Atlanta (20-12) y Cleveland (19-9). En el Oeste, Minnesota presenta un balance de 11-19, que solo empeoran New Orleans (10-20) y Los Angeles Lakers (5-26).

El peso de Porzingis en los Knicks de Derek Fisher es evidente. Jugador titular desde que empezó la temporada (debutó partiendo en el quinteto el 29 de octubre ante Milwaukee Bucks, firmando 16 puntos y 5 rebotes), forma parte del quinteto más valorados junto a Carmelo Anthony, Afflalo, Calderón y Galloway. Es líder en rebotes (8.1), segundo en puntos (13.3), líder en tapones (2.0), quinto en triples y tercero en tiros libres, así como el tercer jugador con más minutos en cancha (27.5).

Phil Jackson, como también Kobe Bryant, consideran que Porzingis se ajusta más al perfil de jugador de Dirk Nowitzki por su rango de tiro. El mítico entrenador considera que tiene una capacidad natural para el triple. El extraordinario jugador alemán de los Dallas Mavericks, franquicia en la que ha desarrollado toda su carrera desde que arribó en 1998, con 21 años (puesto 9 del draft) promediaba en su primera temporada 8.2 puntos y 3.4 rebotes en 20.4 minutos, números sensiblemente inferiores a los de Porzingis. Eso sí, en la siguiente elevó su rendimiento a los 17.5 puntos y 6.5 rebotes. Desde entonces nunca ha estado por debajo de esos promedios, y en 13 de sus 17 temporadas superó los 21 puntos de media, con tope de 26.6 en la 2005-06. Ni Bagatskis se atreve ya a decir que Porzingis no pueda llegar a esos niveles de superestrella en los próximos años.