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LOs jugadores del Baloncesto Sevilla celebran su salvación en la ACB en el vestuario. / M.G.
Baloncesto Sevilla seguirá la próxima temporada en la Liga ACB. Con su triunfo en San Sebastián (67-69) pone a resguardo la plaza y una oportunidad de supervivencia, porque el descenso ponía en grave riesgo la propia existencia de la entidad. Willy Hernangómez, jugador cedido por el Real Madrid, metió la canasta definitiva, un mate fabricado en la pizarra de Luis Casimiro en el tiempo muerto. El técnico manchego pudo celebrar a lo grande su partido 500 en la ACB. Su llegada al banquillo del San Pablo ha sido también tan determinante como la acción de Willy, que puso la guinda a un extraordinario partido (20 puntos, 6 rebotes y 23 de valoración).
Baloncesto Sevilla exhibió un dominio sobre la primera mitad que no supo transformar en una renta sólida en el marcador. El elemento desestabilizador fue un jugador que podría acompañar a Willy Hernangómez la próxima temporada en el Real Madrid, Dani Díez. Un jugador con una capacidad para generar actividad y rendimiento excepcional, y que desatascó una y otra vez la pobre escenografía ofensiva de Gipuzkoa Basket, enganchado al partido por el hilo del alero madrileño, que se fue a vestuarios en el intermedio con 15 puntos y 6 rebotes, para 20 de valoración.
Los de Luis Casimiro comenzaron muy sueltos en ataque, anotando prácticamente en cada oportunidad ofensiva, que ofreció un rédito inicial de tres triples y un amago de despegue (7-13) que apagó Dani Díez con la ayuda de David Doblas. Voltearon los de Ponsarnau con relativa facilidad el tanteo (14-13) y el partido mostró entonces la gran diferencia en las rotaciones de uno y otro banquillo, por cuanto el descanso para los titulares locales ofreció una grieta tremenda que se encargó de subrayar en rojo Willy Hernangómez ante el impotente Olaizola (23-28). Pero Gipuzkoa también sacó partido a la inferioridad física de Urtasun ante Grimau y Díez (32-32), aunque de nuevo Willy Hernangómez, muy fino en los movimientos y sólido en la lucha mandó el duelo al intermedio en ventaja verdirroja (34-38).
El tercer cuarto fue puro nervio y tensión, ninguna idea ofensiva en ambos equipos. Suele pasar. A medida que pasan los minutos y se acerca el final, con tanto en juego... Los visitantes tenían el denominador común de su superioridad en el rebote, pese a tener desconectado de la anotación a Porzingis, y Willy Hernangómez mantenía su dominio en la zona. La ventaja era la misma para afrontar los últimos diez minutos (50-54). Dos canastones en suspensión de Radicevic llegaron de forma muy oportuna, cuando Gipuzkoa no sabía ya hacer otra cosa que lanzar de tres puntos. Acertó Jordan y una buena defensa local acabó con una canasta al contraataque de Hanley (62-62) que elevaba la tensión y la falta de claridad. Un final de infarto que decidieron detalles pero no solo detalles. Porzingis atrapó otro rebote ofensivo que sirvió para que Woodside sí anotara (64-67) a falta de un minuto, pero los locales igualaban con Doblas (67-67) con diez segundos por jugar. Baloncesto Sevilla tenía la salvación en sus manos. Casimiro la dibujó en la pizarra, Woodside dio el pase correcto y Willy ejecutó la canasta más importante de su todavía corta y prometedora carrera. Gipuzkoa no supo qué hacer en los cuatro segundos restantes y Sevilla seguirá teniendo baloncesto de élite una temporada más.
FICHA TÉCNICA:
Gipuzkoa Basket (21+13+16+17): Jordan (7), Grimau (7), Díez (22), Huskic (2), Doblas (13) -cinco inicial-, Huertas (0), Oroz (0), Hanley (10), Olaizola (0), Abercrombie (0), Franch (6).
Baloncesto Sevilla (22+16+16+15): Woodside (7), Penney (9), Berni Rodríguez (9), Porzingis (6), Balvin (4) -cinco inicial-, Byars (6), Urtasun (0), Hernangómez (20), Oriola (2), Gallardo (-) y Salash (-).
Árbitros: García González, García Ortiz y Pérez Niz. Eliminaron por faltas a Hanley.
Incidencias: Partido de la jornada 33 de la Liga Endesa ACB disputado en el San Sebastián Arena 2016.