De la isla maldita a la del tesoro

Hace 26 años el Betis puso fin a su etapa más duradera en Primera en la promoción de Tenerife, donde hoy debuta como ascendido y los locales luchan por no descender a Segunda B

31 may 2015 / 09:04 h - Actualizado: 31 may 2015 / 09:18 h.
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  • Rubén Castro, Dani Pacheco, Jorge Molina y Fabián, durante el entrenamiento del pasado viernes en la ciudad deportiva. / Manuel Gómez
    Rubén Castro, Dani Pacheco, Jorge Molina y Fabián, durante el entrenamiento del pasado viernes en la ciudad deportiva. / Manuel Gómez
  • Bruno, que vuelve a casa, observa cómo ríe Rennella. / Manuel Gómez
    Bruno, que vuelve a casa, observa cómo ríe Rennella. / Manuel Gómez
  • De la isla maldita a la del tesoro

Desde el 28 de junio de 1989 la de Tenerife es la isla maldita para el Betis, que ese día encajó una de las derrotas más dolorosas de su historia, un 4-0 en la promoción de permanencia que ponía fin a su más larga etapa en la máxima categoría del fútbol español, diez temporadas seguidas en la élite que ni antes ni después ha sido capaz de repetir. La derrota precipitó el fin de la presidencia de Gerardo Martínez Retamero, la llegada de Hugo Galera a un club descapitalizado, la posterior entrada de Manuel Ruiz de Lopera en la directiva y su advenimiento al poder en junio de 1992.

Veintiséis años después vuelve el Betis al Heliodoro Rodríguez López, ya como equipo de Primera, como entonces, para medirse a un Tenerife que esta vez no tiene opción alguna de ascenso y lo que pelea es por evitar el descenso a Segunda división B, para lo que necesita ganar hoy a los verdiblancos, o empatar y que Racing y Osasuna no ganen o uno de los dos pierda.

Pepe Mel, que nueve años antes de entrenar por vez primera al Betis ya debutó como entrenador en la máxima categoría en el Tenerife –estuvo hasta la jornada 26 y lo suplió Clemente, que no pudo evitar el descenso en la 2001/02– desplazó ayer a la isla a veinte futbolista, todos los que tiene disponibles menos Álex Martínez y Fabián, que salen de largas lesiones pero ya están en disposición de jugar, en especial el primero.

El técnico bético no quiere habladurías y pondrá esta tarde en liza un equipo sumamente competitivo. Con el meta Dani Giménez bajo palos y Rubén Castro en punta, en busca de batir una serie de récords que tiene a tiro y que lo deben confirmar como el máximo goleador de la historia del Betis en una temporada. El propio Betis pretende llegar a los 90 puntos y establecer la segunda marca histórica de puntuación en la Liga Adelante, pues esos guarismos solo los superó el Dépor en la 2011/12 cuando llegó a 91.

Con los deberes hechos dos jornadas antes de acabar la temporada, como pretendía Mel a su llegada, para los béticos la visita hoy al Heliodoro, que presentará un lleno hasta la bandera, será un motivo de disfrute. Esta vez la isla deja de ser maldita para convertirse en la isla del tesoro, de los récords. El deseo es que sea el último partido en Segunda lejos de casa en muchísimos años.