El fútbol tiene estas cosas. No siempre prima el dinero o la competición, a veces, también es solidario. Esta tarde en el estadio Miguel Román de Dos Hermanas, unos cuantos niños saharauis vieron cumplido un sueño al disputar el primer Trofeo Sahara-Ciudad de Dos Hermanas que organizó la asociación de amistad con el pueblo Saharaui de la localidad nazarena.
Durante 90 minutos, este grupo de chicos que cada verano visitan Sevilla y su provincia dentro del programa conocido como ‘vacaciones en paz’, sustituyeron la arena y el desierto por un estadio de verdad. Con su césped, sus focos y una grada repleta de banderas de su tierra. Por un rato dejaron de jugar descalzos detrás de una pelota llena de remiendos y se sintieron futbolistas en el Miguel Román. Todo un acontecimiento que llevan preparando más de una semana y que gracias al Atlético Dos Hermanas CF y UD Consolación, fue una realidad. Los clubes cedieron sus instalaciones y equipaciones a los jóvenes procedentes del norte de África que acompañados de tutores y familiares de acogida, disfrutaron de lo lindo en esta jornada de convivencia.
Un combinado de los dos clubes sevillanos se enfrentó en categoría alevín e infantil al equipo saharaui. Ganaron los locales, aunque aquí quien de verdad ganó, fue el fútbol, la solidaridad y el deporte. Todos se llevaron su trofeo el día en el que, aunque sólo fuese un ratito, en Dos Hermanas solo se habló un idioma, el que dicen, es universal: el fútbol, el que todos practicamos y que hoy, hizo más feliz, si cabe, la estancia en nuestra tierra a estos pequeños llegados del Sahara.