El hábito y la costumbre de un obrero del gol

Ávalo cierra 2017 con la etiqueta de pichichi grabada a fuego. El ‘killer’, de 36 años, reúne 13 goles en una Liga que domina el Morón CF del ‘novato’ José Luis Mediano, ‘Pana’. El ‘9’ aterrizó en el renombrado Santa María en 2015.

27 dic 2017 / 16:14 h - Actualizado: 27 dic 2017 / 16:20 h.
"Primera Andaluza"
  • Ávalo trata de ganar un balón aéreo en el partido celebrado en San Jerónimo ante el Demo. / Manuel Gómez
    Ávalo trata de ganar un balón aéreo en el partido celebrado en San Jerónimo ante el Demo. / Manuel Gómez

Es, por inercia y costumbre, el pichichi del fútbol de carne y hueso. Del deporte de fango y cantina. Del infrafútbol versión Sevilla. Francisco Rodríguez Ávalo, Ávalo (Écija, 8-6-1981), es el máximo goleador de la Primera Andaluza y el referente del Morón CF de José Luis Mediano, Pana, el líder de la antigua Regional Preferente y el más firme candidato al ascenso a la División de Honor. Ávalo recaló en el renombrado Santa María en el verano de 2015 gracias a la apuesta de su amigo y confesor, el ex de la UD Morón Antonio Rivera, Pirri. Desde entonces, el ariete, que reside en La Guijarrosa (Córdoba), ha permanecido en el Complejo Alameda, donde brilla con luz propia después de haber conseguido facturar un total de 13 dianas.

Ávalo despedirá 2017 como el pichichi de la máxima competición provincial, una tradición por la que se ha distinguido en los últimos ejercicios. En su debut en el Alameda con la casaca del extinguido Santa María, en aquel momento en la Tercera Andaluza, el de Écija facturó un pócker de goles ante el modesto Fuentes. Desde aquel día, Ávalo se ha erigido en el referente del CF, un club que trata de recuperar el prestigio perdido del fútbol de Morón. Y en el plantel que adiestra el novato José Luis Mediano Vargas, Pana, en su día uno de los símbolos de la historia moderna del Alcalá y el Mairena, se encarga de pulverizar las marcas realizadoras de su más inmediato perseguidor por el cetro del pichichi, el delantero de la UD Bellavista Dela, que ha logrado batir el arco enemigo en 9 ocasiones, 3 desde el punto de penalti, en los 15 encuentros del certamen de la regularidad en los que ha participado.

Ávalo ha sido siempre un trotamundos. Un obrero del gol que se ha caracterizado por ganarse el pan y la sal allende las fronteras de su Écija natal. En la temporada 2016-17, el killer amagó con escribir las últimas páginas de su cuaderno de aventuras en el Ciudad de Lucena, con el que firmó 14 tantos en la División de Honor antes de retornar a Morón, uno de los lugares que más han condicionado su impoluto curriculum. La hoja de ruta de un tipo de otra época que aún continúa con las huellas del albero en el equipaje. El artillero clausurará el año 2017 con 13 goles en las alforjas y una cifra como objetivo irrenunciable: alcanzar el registro de las 30 dianas. Un dato para continuar forjando su carácter de trotamundos.