Sin tregua y sin dudas (1-0)

Pozo certifica la quinta victoria consecutiva en casa de un intratable Sevilla Atlético

27 nov 2016 / 20:26 h - Actualizado: 27 nov 2016 / 20:31 h.
"Sevilla Atlético","Diego Martínez"
  • Los jugadores del Sevilla Atlético felicitan a Pozo tras marcar éste el gol del partido. / Manuel Gómez
    Los jugadores del Sevilla Atlético felicitan a Pozo tras marcar éste el gol del partido. / Manuel Gómez

La buena química que ha desprendido el Sevilla Atlético durante toda la semana se trasladó al césped del Ramón Sánchez-Pizjuán en la tarde de este sábado. El filial, con notables bajas, dejó atrás al Mirandés, al que hundió como farolillo rojo de la Segunda División gracias a un gol de Álex Pozo en un partido vibrante en el terreno ofensivo durante la primera parte y más táctico en la segunda mitad.

Ni los sevillistas iban a resistirse a perder su condición de grande de la Segunda División ni los de Miranda de Ebro querían hacer honor a su puesto en la tabla. El tanteo inicial dejó paso a una oleada de ataques de ambos equipos, que no fueron capaces de abrir el marcador en este terremoto ofensivo. Así se llegaba al ecuador de la primera mitad, con una sensación agridulce en cuanto a la relación entre juego y efectividad. Cuando todo parecía gris, el arma de los pupilos de Diego Martínez –en la grada tras su expulsión en Mallorca la pasada semana–, que parecía oxidada, fue capaz de fulminar a su rival. Una oda al contragolpe que remató Pozo, apático durante todo el encuentro pero que hizo que el filial sevillista pusiera el 1-0 en el marcador justo antes de echar el cierre a la primera parte. Esos 45 minutos dejaron patentes el nivel y la abismal competencia en la categoría.

Tras la ostentosa jugada que puso margen en el marcador, los de Diego Martínez salieron de los vestuarios decididos a jugar con el marcador y eximir el frenético duelo de golpes. El entramado táctico y la posesión se erigían como ejes en esta segunda mitad, intentando anular así a los pupilos de Terrazas. Los locales no tenían prisa, pero tampoco inyectaban pausa en su juego, confiando sus tareas ofensivas al clan de arriba. Durante muchos minutos la tarea fue eficiente, pero nada más lejos de la realidad. La experiencia desplazó el dominio local y ahí el Mirandés tenía mayor peso.

Los visitantes se estiraron sobre el césped y apretaron a los nervionenses: estuvieron cerca de perforar la portería defendida por Churripi. El Mirandés enfocaba la recta final del partido dejando espacios atrás que no supieron aprovechar los sevillistas y visualizando el empate en Nervión, algo que nunca llegaría. La ajustada victoria, la quinta consecutiva del filial del Sevilla en su feudo, permite al conjunto de Diego Martínez seguir en la zona noble de la tabla como tercer clasificado empatado a 27 puntos con el Girona. El Mirandés sigue siendo último.