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Un quinto con alma de general en el Felipe del Valle

Jurado rechazó una oferta del Xerez Deportivo para triunfar en la AD San José, en la que actualmente asume el rol de líder. En Chapín ejerció de ‘killer’

16 feb 2018 / 17:17 h - Actualizado: 16 feb 2018 / 17:20 h.
"División de Honor","AD San José"
  • Jurado, con gesto marcial, celebra un gol con la camiseta de la AD San José en Chapín. / EDD
    Jurado, con gesto marcial, celebra un gol con la camiseta de la AD San José en Chapín. / EDD

Es uno de los chicos de moda de la AD San José de Dioni Arroyo, uno de los profesores que más han influido en su carrera. Alberto Jurado Rodríguez, Alberto cuando era un crío que apenas correteaba por el albero de Amate, nació en Sevilla el 23 de noviembre de 1995. Y pronto, quizás demasiado, aceptó el reto de crecer como futbolista en la disciplina del Jorge Juan. Cuando era benjamín y firmaba diabluras con un balón de cuero, Alfonso Salado, entonces en el área de captación del Real Betis, decidió que emigrara a La Palmera. Y allí permaneció hasta que en edad infantil se comprometió con la AD Nervión. En Piscinas Sevilla recuperó la sonrisa y su fútbol atrevido, avales que presentó para ganar la Liga de la antigua Primera Provincial con Manuel Perales como entrenador.

Fue en Piscinas Sevilla cuando, por caprichosas coincidencias, recibió el cariñoso apelativo de Juradito. El mediapunta de Santa Aurelia fue clave en la prolija cantera de la Calle Francisco Buendía, en la que continuó hasta que, ya en el ejercicio 2016-17, recibió la llamada de Alejandro Martín, hoy preparador del Alcalá y entonces máximo responsable del Díter Zafra. Las vicisitudes económicas del extinguido Díter, ahora renacido bajo la nomenclatura de UD Zafra Atlético, propiciaron que en plena temporada retornara a Sevilla y firmara por la AD San José de Dioni Arroyo, que confió ciegamente en su talento. En el Felipe del Valle maduró y pactó su renovación hasta el 30 de junio de 2018.

El atacante creció como jugador y adquirió el rol de referente del grupo. El quinto de la camada del 95 pretendía ser general con mando en plaza. Y se ganó el respeto del vestuario con goles y asistencias. En el pasado mercado invernal, Jurado recibió la llamada de Vicente Vargas, entonces director deportivo y entrenador del Xerez Deportivo, un histórico que sobrevive a sus miserias en el grupo X de la Tercera División. El ‘10’ rechazó la propuesta y optó por continuar en el bloque cañamero, en el que ha conseguido festejar 3 goles durante la Liga en la División de Honor, el último en Chapín ante el Xerez Deportivo FC, el líder.

Jurado creció en una familia en la que el fútbol es una religión. Su padre, amigo y confidente, José Manuel Jurado, fue el responsable de que un día decidiera calzarse las botas y buscar el gol como única meta en el Jorge Juan, el club en el que aprendió a reír con las victorias y a llorar con las derrotas, la dicotomía de un deporte que es sinónimo de autocar y coche cada fin de semana en su hogar. Su padre, con el Lora, de la Primera Andaluza, y él, el quinto con alma de general, con la AD San José.