-
Partido entre el Cádiz y el Mallorca en la última jornada de Liga. EFE/CATI CLADERA
Si algo evidencia la Primera División española es que obtener tres puntos es una tarea verdaderamente complicada. El choque entre objetivos -adaptados a cada equipo- que se produce durante cada jornada hace que ganar un encuentro sea la única forma de mantener una cierta tranquilidad, aunque sea de forma temporal. Por ello, la plantilla de cada club se indigna de sobremanera ante los condicionantes que no dependen de su juego, que normalmente suelen ir ligados a las actuaciones arbitrales. El Cádiz CF es un conocido sufridor de este tipo de situaciones, aunque su caso posee varios matices.
El club gaditano, militante en Primera desde la temporada 2020/21, posee una plantilla que, aunque cuenta con algunos jugadores de renombre, es muy limitada. Según la base de datos ‘Transfermarkt’, esta es la tercera que menor valor de mercado ostenta de LaLiga, con una cifra que ronda los 62 millones de euros. Sin embargo, el fútbol ha demostrado en más de una ocasión que los límites económicos no tienen por qué influir en el rendimiento de un equipo. El caso del Cádiz tampoco es ese. Su falta de cohesión y solidez defensiva ha quedado patente en varios tramos de la temporada. Aquel encuentro que acabó empatando el Villarreal (3-3) a pesar del hat-trick de Lozano, los tres puntos que se le escaparon contra el Espanyol hace escasas semanas o la reciente eliminación en Copa, son ejemplos de ello. Los minutos finales son una asignatura pendiente para el Cádiz, y le puede pasar factura en unos meses.
Que el Cádiz ha de hacer autocrítica, principalmente, sobre su eje defensivo, es evidente. También lo es que debe asegurar los resultados a favor de forma más contundente. No obstante, existe un factor externo que rodea al club desde su ascenso a la máxima categoría. La cuenta de Twitter @LaLigaenDirecto compartió dos estadísticas muy duras para el club gaditano el pasado sábado. La primera confirma que el Cádiz es el equipo que más penaltis en contra ha recibido desde su subida a Primera División (17). La segunda, que es el segundo equipo más perjudicado en las acciones en las que interviene el VAR (14).
Estas cifras cobran aún más fuerza tras el arbitraje producido en su último encuentro, ante el Mallorca, que muchos aficionados califican de ‘nefasto’. Del Cerro Grande pitó la pena máxima en dos ocasiones; una en la que se produjo un leve contacto que derivó en una caída en el área, y otra en la que Ledesma estrelló su rodilla contra Ángel en una salida de puños. Decía hace unos meses el presidente del Comité Técnico de Árbitros que querían eliminar los penaltis ‘light’.
Los fallos arbitrales suelen deberse a errores humanos, aunque muchos intenten buscar con frecuencia algún tipo de intencionalidad. Errores humanos que, aunque cada vez deberían ocurrir menos, siempre estarán vigentes. A pesar de ello, es comprensible que el aficionado del Cádiz se suma en una profunda indignación ante los arbitrajes producidos contra su equipo. Resulta difícil imaginar alguna confabulación en contra del club andaluz (como se suele escuchar en estos casos), pero las cifras que lo rodean son escalofriantes. El proyecto al mando de Sergio González será el que acabe determinando si esta entidad está preparada para enfrentarse a cualquier adversidad o, en su defecto, no es capaz de lograr la ansiada permanencia.