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En el Mundial de los Estados no reconocidos, también se entonan los himnos propios de cada territorio. / CONIFA
La Confederación de Asociaciones de Fútbol Independientes celebraba este sábado en Londres la final de su tercer Mundial. Un partido entre las selecciones de Karpatalya y Chipre del Norte que se saldaría con la victoria de Karpatalya en la tanda de penaltis tras una actuación estelar de su guardameta, que detuvo tres lanzamientos desde los once metros. Antes, se celebraron dos ediciones. Niza se alzó con el título en Östersund en 2014 y en 2016 Abjasia fue la campeona celebrando el torneo en casa.
Este evento, que integra gracias al fútbol a tantas y tantas personas que se hallan en una situación política compleja, es un motor para el desarrollo de valores inherentes al deporte como el sentimiento de pertenencia, el esfuerzo o el respeto. Asimismo, estos conjuntos proyectan la figura de jugadores lo que facilita que los más jóvenes de estos territorios tengan ídolos que sienten propios y con los que se identifican. Para estos chicos es un gran impulso y una bocanada de aire fresco ver que con trabajo y constancia puedes llegar a la capital de Reino Unido, marcar un gol por la escuadra y que más de mil personas aplaudan tus jugadas. Para los más futboleros, aquellos a los que el verano se les hace eterno a la espera de los partidos de su equipo, la CONIFA World Football Cup ha sido un apasionante entremés previo al Mundial de Rusia 2018.
Desde su primera edición en 2014, CONIFA ha experimentado un desarrollo tal, que ha pasado de celebrar su Copa del Mundo en tan solo un campo a contar este año con diez terrenos de juego en la ciudad de los mil rostros. Por el desconocimiento generalizado de este torneo se le puede presuponer un amateurismo en el nivel deportivo y en la organización que no se corresponde con la realidad. Por ejemplo, Marius Stankevičius, ex del Sevilla FC, ha defendido a Padania este año. Sólo hay que entrar en la página web oficial de la organización para ver los partidos en streaming o sus resúmenes y ver jugadas y goles dignos de cualquiera de los estadios de la Champions League. También en su web estaban disponibles las entradas desde 12,50€ con, además, una bonita iniciativa que desvía una libra a la selección que tú mismo elijas en el proceso de compra.
A la sombra de la FIFA
CONIFA nace en 2013 en Luleå (Suecia) sucediendo, así, a la NF-Board tras ser sacudida por un presunto caso de corrupción. Esta asociación había organizado anteriormente cinco Copa Mundial VIVA, una competición similar a la Copa Mundial CONIFA de hoy. Emerge como organización independiente a la FIFA para dar auspicio, presencia y visibilidad a los territorios que no son respaldados y reconocidos internacionalmente como estados y, por lo tanto, no son acogidos por esta institución. Además, les confiere la oportunidad de disputar un evento tan bonito y emocionante como es un Mundial.
Esta confederación reúne a 47 miembros con diversas situaciones políticas, por ejemplo, Kiribati si está reconocido como país pero no reúne las condiciones para ser miembro FIFA. La labor de CONIFA está financiada a través del patrocinio, el apoyo público, las donaciones, las cuotas de los miembros y los ingresos de los torneos. Los trabajadores que hacen posible esta labor son voluntarios, incluido, su presidente.