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Berizzo da instrucciones a Mercado desde la banda. / Manuel Gómez
Respiró hondo Berizzo tras el partido y reconoció que «fue un triunfo muy trabajado, el mérito fue insistir y corregir la aceleración del centro del campo hacia adelante. Hasta el descanso éramos lentos y previsibles, sin peligro, y el ingreso de Sarabia y Franco Vázquez nos dio eso. Defensivamente no corrimos ningún riesgo, fuimos muy sólidos y encontramos al final el premio».
La falta de fluidez fue achacada por el técnico cierta inseguridad: «Hasta que entendimos que sólo podíamos ganar cambiando el ritmo no se soltaron los jugadores. Cada vez somos más sólidos y tenemos que mantener esa verticalidad y aceleración hacia el ataque».
Lo que queda es el 13 de 15 del equipo, por lo que Berizzo se vio en disposición de exigir «ganar no de cualquier manera. Hay que soltar nuestro fútbol como hicimos tras el descanso».