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Musonda, en su llegada a Sevilla hace un año cuando recaló en el Betis cedido por el Chelsea. / Manuel Gómez
El extremo belga cedido por el Chelsea en el Real Betis Balompié podría tener contadas las horas como jugador verdiblanco. Desde hace una semana, y tras reproducirse las molestias en una de sus rodillas, el jugador viajó a Londres tal y como hizo semanas atrás para ser tratado por los galenos del conjunto londinense. Una medida poco habitual, pero que los británicos incluyeron en el contrato de cesión de Musonda con los heliopolitanos.
Según explicó el propio Torrecilla hace una semana, una práctica extraña, pero asidua por parte del Chelsea cuando permiten el préstamo de alguna de sus jóvenes promesas a las que cataloga como golden boys. Pero esta no es la única cláusula que los ingleses incluyeron en ese contrato. El coste de la cesión varía en función del número de partidos que el futbolista dispute en el club de destino, que en este caso en concreto, se limita a ocho partidos y 275 minutos en los que dio una asistencia.
Además, se añade otra posibilidad a las mencionadas anteriormente. De no jugar, su club de origen podría repescarlo. Esa vía parece haberse activado en el caso de Musonda y aunque nadie se ha dirigido al Betis de forma oficial, en Heliópolis empiezan a pensar que harán uso de ese derecho. El jugador, que se probará en las próximas horas con el propio Chelsea para ver cómo evoluciona de su lesión, está a la espera de conocer qué ocurrirá con su futuro aunque todo apunta a que regresará a Londres, definitivamente, antes de lo previsto. De hecho, no se descarta la posibilidad de que ni siquiera regrese ya al Betis después de esta última visita a la capital del Reino Unido.