Brandt-Futuro Carmonense, ascenso histórico de justicia

La Federación Española da la razón al equipo sevillano, que jugará en la Segunda división B del fútbol sala tras la alineación indebida que cometió el Liveston Melilla

Ezequiel García ezegarcia85 /
11 jun 2018 / 23:39 h - Actualizado: 11 jun 2018 / 23:51 h.
"Fútbol sala"
  • Jugadores y técnicos del equipo carmonense celebran tras un triunfo esta temporada.
    Jugadores y técnicos del equipo carmonense celebran tras un triunfo esta temporada.

Ha sido un ascenso con suspense. El Brandt-Futuro Carmonense celebró ayer un hito histórico en el fútbol sala de la capital alcoreña logrando para la próxima campaña una plaza en la categoría de bronce de este deporte tan popular en la ciudad. Ha tenido que ser un juez el que haya tenido que dar la razón a los blanquinegros, pero adulterar una competición nunca está justificado.

Todo comienza en el partido de ida celebrado en el Andrés Jiménez el pasado 27 de mayo. El equipo dirigido por Daniel Quintana y Servando Baladrón vencía por una renta amplia de cuatro goles cuando Farid Laarbi entra en juego y marca cuatro goles que redujeron la ventaja a un 6-4 de difícil defensa en los bastiones férreos melillenses. Un día después, el 28 de mayo, el club carmonense impugna el partido por alineación indebida de este jugador, que no tenía ficha con el club melillense desde marzo por motivos económicos pero que debido a su calidad quisieron recuperar, de forma ilegal, para las eliminatorias de ascenso. Este jugador se hizo pasar tanto por Yusri Amekrán como por Faisa Cris, ya que un segundo jugador no denunciado y aún no reconocido por la RFEF intervino de forma irregular en el partido. Ante esto, el Brandt-Futuro aporta gran cantidad de material fotográfico y videográfico, gracias a la ayuda de los técnicos del equipo y de dos medios de comunicación: TV Carmona (imágenes videográficas) y el portal de noticias Futsalsur. Desde Melilla se llegó a apelar que las fotografías estaban retocadas con photoshop o que hubo una confusión en las fichas. Un esperpento al más puro estilo de Valle-Inclán.

La vuelta, celebrada una semana después en Melilla, fue un calvario. A las numerosas bajas que los sevillanos acumulaban, se unió que en un partido de alto nivel varios sub23 viajaran con el equipo, dando la cara y luchando por subir, pero acabando el encuentro con un abultado 6-1. La ventaja pequeña de la ida se esfumó y el Liveston Melilla era equipo de Segunda B.

No obstante, la marrullería y el juego sucio no quedó ahí. Tal como cuenta Emilio Rodríguez, jugador del Futuro y abogado de profesión, «Farid Laarbi se encontraba en la grada con una gorra increpando a nuestro plantel gritando ‘¡A ver si me reconocéis ahora!’. Sin embargo el club y la afición se portaron de diez. No era menos tras la alineación indebida de la ida», afirma y tranquiliza a los aficionados indicando que «si bien pueden recurrir, no hay argumentos legales para revertir la situación».

El juez único del Comité de Competición de Fútbol Sala de la Real Federación Española de Fútbol afirma en la resolución que «estos hechos son de una particular gravedad por cuanto suponen una deliberada alteración de las condiciones deportivas que deben primar en toda competición», añadiendo que «podría decirse que es mayor aún la responsabilidad del club ya que la alineación indebida (...) implica voluntariedad de transgresión de la limpieza en la competición habiendo buscado el engaño tanto del equipo contrario como del equipo arbitral», dando como vencedor al Brandt-Futuro Carmonense.

Daniel Quintana afirmó tras recibir la noticia en la tarde-noche de ayer que «esto no solo es trabajo de un día, todos los miembros desde la directiva hasta el último de los jugadores del club han luchado por este escudo y ahí tenemos el premio. Servando y Piti sobre todo son merecedores de este triunfo histórico y cada uno de los jugadores tanto del primer plantel, como del B, o los juveniles, pues hasta 25 jugadores han jugado este año en Tercera».

Un club con un crecimiento enorme que suma una cantera prometedora con cinco equipos, y con el éxito del ascenso de los juveniles a Andaluza y el subcampeonato de Copa de los infantiles, entre otros.