La Asociación de Clubes de Fútbol Femenino (ACFF) solicita al Consejo Superior de Deportes (CSD) que se califique al fútbol femenino como competición profesional al considerar que se reúnen los requisitos establecidos en la Ley 10/1990 del Deporte. El presidente de la ACFF, Rubén Alcaine, comenta a El Correo de Andalucía la necesidad de que la competición reciba esta calificación para seguir avanzando en la igualdad de género y en el desarrollo pleno del fútbol femenino.

P- ¿Cuál es el objetivo de la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino (ACFF) actualmente?

R- Desde que nos asociamos en el 2015 nuestro objetivo era claro: el crecimiento y desarrollo del fútbol femenino. Lo primero que se hizo fue que todas las jugadoras que estaban en Primera División y en los clubes asociados estuvieran dadas de alta en la Seguridad Social. Posteriormente empezamos a trabajar con los sindicatos en un convenio colectivo que mejoraría las condiciones laborales, ya que hasta ahora estaban reguladas por el Estatuto de los Trabajadores, y conseguimos firmarlo y presentarlo en el Congreso de los Diputados. Además, se hizo la primera comercialización conjunta de los derechos de televisión. Todo esto es genial, pero eso se queda cojo si no somos capaces de que en el 2020 consigamos que el fútbol femenino sea una competición profesional y que una niña que se inicia en el fútbol pueda desarrollar una carrera profesional como pasa con los hombres.

P- ¿En qué medida ha afectado la crisis sanitaria del coronavirus al fútbol femenino?

R- Además de suspender la competición esta temporada, ahora las jugadoras no pueden entrenar, porque el fútbol femenino no está considerado como una categoría profesional. Al no ser profesional, la decisión ha sido unánime, y todas las categorías que dependen de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) no han podido continuar. Ni siquiera se ha valorado la opción de poder adaptarnos a los protocolos que exigía el Ministerio de Sanidad y el CSD.

P- ¿Qué impacto económico supone la finalización de la competición?

R- En la temporada 2019/2020, en líneas generales, son 600.000 euros los que hemos dejado de ingresar por no dar los partidos que restaban de la temporada. Y luego cada club de forma particular, las pérdidas que hayan tenido por sus patrocinadores privados. De cara a la temporada que viene, ya veremos.

P- ¿Considera que esto supone un retroceso en la lucha por la igualdad en el deporte?

R- Más que un retroceso, consideramos que es el momento ideal de avanzar. Se están dando pasos firmes en el desarrollo del fútbol femenino, y solicitar una liga profesional es otro paso más en la construcción del impulso final. El hecho de que no se nos haya dejado terminar la competición viene porque no somos considerados una liga profesional, por lo que la RFEF ha dado por concluidas todas las competiciones que no están consideradas profesionales. No es un retroceso, porque se está trabajando en nuestro objetivo, que es que las jugadoras puedan disfrutar de una competición profesional como tienen los hombres. Ahora, en el 2020, hemos considerado que reuníamos todos los requisitos para ser calificados como tal, ya que la ley no impide que seamos una liga profesional.

P- ¿Qué cree que sería necesario para que se tuviese más en cuenta al fútbol femenino?

R- Ahora mismo es fundamental que la solicitud enviada al CSD se lleve a efecto, que se nos califique como una competición profesional, y que los propios clubes que compongan esa liga sean los gestores de esa competición a través de un convenio de colaboración con la RFEF. El objetivo es que los clubes, además de tener una serie de obligaciones, tengan los derechos de gestionar los ingresos, y que sean capaces de generar más beneficios de los que reciben actualmente. El club es el que tiene los compromisos adquiridos con jugadoras y cuerpo técnico, pero los ingresos ahora mismo dependen de un tercero, que es la RFEF. Para tener una mayor independencia o autonomía a la hora de generar los recursos, nos parece fundamental que el crecimiento vaya por ser considerada una liga profesional. Es primordial que el proyecto del fútbol femenino se materialice en una liga profesional, y creo que en el 2020 ya es absolutamente necesario.