Un boom sin reflejo en el profesionalismo

En Andalucía, como en España, se venden más bicicletas que coches, es el deporte más practicado pero la cifra de ciclistas en la élite es casi residual

18 feb 2018 / 08:22 h - Actualizado: 18 feb 2018 / 07:22 h.
"Ciclismo","Radiografía del ciclismo andaluz"
  • Las bicicletas tomaron ayer la Plaza de España en la salida de la cuarta etapa de la Vuelta a Andalucía, en la imagen junto a la estatua de Anibal González. / Manuel Gómez
    Las bicicletas tomaron ayer la Plaza de España en la salida de la cuarta etapa de la Vuelta a Andalucía, en la imagen junto a la estatua de Anibal González. / Manuel Gómez

Es una ecuación no resuelta que mantiene abierto el debate sobre el sistema de captación que permite a las estructuras del deporte detectar el talento para trasladarlo a la esfera de la élite. La realidad muestra que una base amplia de practicantes no es sinónimo de un crecimiento del abanico de profesionales en cualquier especialidad, como tampoco en el sentido contrario. La contraposición del ciclismo, o el atletismo, por un lado, y el fútbol o el tenis, por el otro, es un buen ejemplo que confirma este planteamiento.

La práctica del ciclismo se ha disparado en España en los últimos años, un boom que supera incluso al del running, pese a las espectaculares cifras de participantes en carreras populares a pie de todo tipo, que superan con facilidad los 10.000 inscritos desde pruebas por debajo de los 10 kilómetros hasta el maratón. Según datos del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, un 38,7% de la población practica ciclismo, encabezando el ranking por delante de la natación (38,5), el montañismo (31,9%) y el running (30,4%). El fútbol (22,4%) ocupa el sexto lugar por detrás incluso de la gimnasia (29%). El tenis (14%) es el décimo deporte en número de practicantes, y sin embargo, como sucede con el deporte rey, es una de las especialidades que mayor repercusión tiene en el nivel profesional, con lo que ello implica desde el punto de vista mediático y por ende, económico. El fútbol aporta al Producto Interior Bruto de España (PIB) alrededor de 8.000 millones de euros, un 0,8% del PIB, según la consultora KPMG, que apunta a una cifra de 150.000 empleos directos. El mayor volumen de esa cifra corresponde a la actividad de los clubes profesionales.

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la facturación por actividades y servicios deportivos en 2014 en España fue de 6.500 millones de euros. La facturación por fabricación de material se elevó hasta los 410 millones, 200 de los cuales corresponden a venta de bicicletas, es decir, casi el 50%. La Asociación de Marcas y Bicicletas de España (AMBE) indica en su informe anual que en 2016 se vendieron en nuestro país 1.118.000 bicicletas en las 3.138 tiendas de ciclismo que existen en todo el territorio nacional, lo que supone un incremento del 2,95% respecto al ejercicio anterior. El sector de la bicicleta facturó en 2016 1.599 millones, con un incremento del 5,28%. Según AMBE, el 23,49% del sector global del deporte pertenece a la bicicleta, muy por encima del fútbol, al margen de la actividad de sus clubes profesionales. Andalucía es la segunda comunidad autónoma por número de licencias federativas, con 514.321, datos del Consejo Superior de Deportes correspondientes al 2016. Por delante sólo está Cataluña, con 615.322. El total de las licencias en España supera los 3,5 millones. Por deportes, el fútbol es mayoritario con 942.674 licencias, mientras que el ciclismo ocupa el noveno lugar, con 75.871, por detrás del baloncesto, caza, golf, montañismo, judo, balonmano y tenis. Pese a ser el deporte con más practicantes, sólo ocupa la novena posición por licencias federativas, las que dibujan el panorama propio de la competición, el caldo de cultivo para los futuros profesionales.

Andalucía encabeza la lista nacional de licencias ciclistas con 10.942, por delante de Cataluña (9.874). En cambio, se intercambian las posiciones en cuanto al número de clubes ciclistas: 661 y 667, del total de 3.796 clubes en tota España. Sólo el fútbol (4.894) y la caza (1.502) tienen más clubes federados que el ciclismo en Andalucía, que es la Comunidad con más clubes de España, con 11.935, de los 66.004 totales en el país. Por provincias, Sevilla cuenta con 99 clubes, por los 108 de Málaga, en la cabeza del ranking. Sevilla ha pasado de contar con sólo 306 licencias de deportistas en el año 2003, cuando distaba de los registros de Málaga (649) o Granada (597), a las actuales 1.819, sólo por detrás de la 2.197 de Málaga.

Sevilla, a diferencia de Granada o Málaga, ha aportado apenas una cifra residual de ciclistas profesionales. Incluso, en la mejor etapa, cuando coindicieron varios hispalenses en el pelotón, no hubo una relación directa ni con un aumento de la cifra de practicantes ni con una subida sensible del número de licencias. En 2005, por vez primera en la historia, cinco ciclistas de la provincia se reunían en el pelotón profesional. Fueron el cuerveño Juan Olmo y su hermano Antonio, los carmoneses Javier Ramírez Abeja y Juan Antonio Pastor, y Francisco Javier García, nacido en Sevilla aunque afincado en Cataluña. Cinco sevillanos también se juntaron en 2007, cuando debutaron Jesús Rosendo, también de Carmona, compartiendo equipo con los hermanos Olmo en el Andalucía-CajaSur de Antonio Cabello; y el capitalino Antonio Piedra, entonces compañero de Abeja.

La existencia de una escuadra andaluza permitió dar continuidad a la presencia del trío Piedra-Ramírez-Rosendo en un pelotón en el que incluso se adjudicaron triunfos a nivel internacional. Piedra conquistaba la Vuelta a Portugal en 2009; Rosendo se imponía en una etapa de las Rutas de América (Uruguay) en 2011; Ramírez Abeja se anotaba en 2012 triunfos en etapas de la Vuelta a Chile, la Vuelta a Andalucía y la Vuelta a Azerbaiyán, de la que se anotó también la clasificación general. Y en 2012 Piedra conseguía el triunfo más mediático, la etapa de la Vuelta a España con final en los Lagos de Covadonga, en Asturias. Un sevillano no ganaba en la ronda española desde Antonio Montes en 1945. El ciclista de Bellavista ganó otras dos en la primera edición de la Vuelta en 1935. En 2014, y tras la desaparición del equipo Andalucía, Piedra se convirtió en el único exponente sevillano en el pelotón, hasta que colgó la bicicleta este mismo año. Su último equipo fue el Manzana Postobón de Colombia.

En total, a lo largo de la historia, y en el sentido estricto de la palabra, Sevilla ha contado sólo con once ciclistas profesionales, aunque a algunos más se les puede considerar corredores de élite, como el mencionado Antonio Montes, cuyas tres victorias en la Vuelta y su posición final en el puesto 23 lo ubican como el mejor hispalense de todos los tiempos en la ronda española. Son Francisco Fernández (1977-1981), José Rafael García (1984-1990), José A. Sánchez Valencia (1988-1992), Diego Prior (2000-01), Juan Olmo (2002-08), Antonio Olmo (2004-13), Javier Ramírez Abeja (2004-13), Juan Antonio Pastor (20059, Francisco Javier García (2005-06), Jesús Rosendo (2007-013) y Antonio Piedra, el último por ahora (2007-2018).