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Sanabria celebra un gol con el Sporting. / Efe
El culebrón Sanabria llega a su último capítulo. El joven atacante paraguayo aterriza hoy miércoles (11.00 horas) en la capital hispalense para firmar el contrato que le va a vincular a la entidad heliopolitana para las próximas cinco temporadas. Con la llegada de Sanabria, Gustavo Poyet ve cumplida una de sus peticiones para la delantera verdiblanca en la que, a día de hoy, sólo cuenta con dos efectivos: Rubén castro y Álex Alegría.
Sanabria se convierte así en el gran bastión de este proyecto que encabeza Miguel Torrecilla, siendo desde 2009, la mayor inversión realizada por los rectores verdiblancos que van a desembolsar una cantidad cercana a 7 millones de euros por el exjugador del Sporting de Gijón.
No ha sido una gestión fácil, ni mucho menos. Desde la semana pasada en Heliópolis se daba por cerrado una acuerdo que se ha visto dilatado en el tiempo por los problemas personales de un directivo romano, precisamente el encargado de autorizar el viaje del delantero a Sevilla. Y es que desde el pasado domingo se esperaba la llegada de Sanabria que, tal y como adelantó este periódico, tenía prevista su llegada este pasado lunes o el martes como muy tarde. La demora obedece única y exclusivamente al retraso que los problemas en la directiva romana han presentado en estos últimos días, pues el acuerdo todas las partes se alcanzó la semana pasada después de la última ofensiva bética, que vio peligrar su llegada con la aparición de clubes como el Tottenham o el Villarreal. Sin embargo, ha sido el propio jugador el que ha manifestado su deseo de jugar en el Benito Villamarín teniendo, además, que convencer él mismo a su club de origen, la Roma, para que aceptase la oferta bética, algo menor en cuantía que el resto de propuestas recibidas para hacerse con sus servicios.
El sí quiero de Sanabria se produjo tras varias conversaciones con el nuevo entrenador, Gustavo Poyet, quien convenció definitivamente al ariete, pues sabe que en el Villamarín jugará un papel fundamental a las órdenes del charrúa, que jugó un papel fundamental en la negociación con el propio jugador.
El protocolo para fichajes ya está activado en Heliópolis, donde se seguirá el procedimiento habitual en la llegada de nuevos jugadores. A las 11.00 horas será recibido por el propio Miguel Torrecilla en el aeropuerto, de ahí se marchará para pasar el reconocimiento médico y tras almorzar y pasar por el hotel, visitará las instalaciones del Benito Villamarín donde firmará un contrato por cinco temporadas. Una jornada agotadora en la que no se descarta su llegada a Marbella, que de no dar tiempo hoy miércoles, se producirá el jueves a primera hora.
Con su fichaje, el Betis cierra una gestión prioritaria en la planificación que tras la incorporación de Sanabria, ya suma siete refuerzos. La consigna cambia sobremanera, pues se han completado las gestiones más necesarias para un Betis que, ahora, ya no tiene prisa