El bipartidismo pone cara de resistir en Sevilla, una capital fiel al PP

Zoido lidera la lista más votada y el PSOE amarra el segundo lugar, pero Podemos y C’s han crecido más de un 80% respecto a las municipales

21 dic 2015 / 21:10 h - Actualizado: 22 dic 2015 / 09:22 h.
"Partidos Políticos","Elecciones Generales 2015","Juan Ignacio Zoido","Antonio Pradas"
  • Juan Ignacio Zoido y Ana Botella, ayer en el Comité Ejecutivo Nacional del PP. / K. Huesca (Efe)
    Juan Ignacio Zoido y Ana Botella, ayer en el Comité Ejecutivo Nacional del PP. / K. Huesca (Efe)

Los números, que son puñeteros por inmutables, son también maleables. En lo referente a la capital de Sevilla, los primeros titulares parecían claros: el PP se consolida como lista más votada, el PSOE conserva sus cuatro distritos clásicos, las fuerzas emergentes hacen lo que se espera de ellas, emergen. Pero en Sevilla capital el bipartidismo late con una fuerza que ha perdido en buena parte de España. Unidad Popular-Izquierda Unida mantiene una coherencia nada envidiable: es la quinta fuerza mas votada pero se queda sin representación. Metáfora local de sus resultados nacionales.

Por partes.

Cuando Juan Ignacio Zoido enseñaba su mano la noche electoral, cual Piqué en el Bernabéu, no mentía: el PP ha sido el partido más votado en cinco elecciones: tres municipales, unas autonómicas y unas generales. También es decir la verdad que el PP tiñe de azul los mismos distritos que hace cuatro años y que sigue arrasando en sus fortines de Los Remedios (66,3 por ciento de los votos) y Nervión (54,52 por ciento de los votos). Una última verdad referente al PP: respecto a las últimas generales, las de noviembre de 2011, ha perdido 50.000 votos: ha pasado de 169.938 a 120.993. Este mismo párrafo, escrito en el orden contrario, llevaría a sacar conclusiones distintas.

Y este puede ser realmente el cambio que se produjo el domingo: se ha acabado, al menos de momento, la dicotomía de uno gana y otro pierde y hay un tercero del que echar mano si la mayoría no es suficiente. Porque Podemos y Ciudadanos, citados por orden de votos en la ciudad de Sevilla, ya están aquí. Cuestión evidente, aunque a socialistas y populares les disguste reconocerla en público, y eso puede tener repercusiones desde ya en la política municipal y autonómica. Porque hay que pactar en Madrid, y no es descabellado pensar que los acuerdos se convertirán en norma, al menos a medio plazo.

El PSOE tiene un problema en una capital cuya Alcaldía ostenta gracias al apoyo que obtuvo para la investidura de Juan Espadas de Participa e IU. Lo dicho: la política del blanco o negro se encamina al olvido. En cuatro años se ha dejado 30.000 votos. Han pasado de 139.519 en 2011 a 109.684, un 14 por ciento menos. Merece una mención especial el distrito Casco Antiguo, donde el PSOE se ha despeñado hasta la cuarta posición con 4.606 votos y un exiguo porcentaje del 12,99 por ciento. Los han adelantado por la izquierda. Como en toda la ciudad.

Porque Podemos ha tenido una subida del 81 por ciento respecto a la única referencia que puede tomarse con ellos: la de Participa en las municipales del 24 de mayo. Los han apoyado un 20,31 por ciento de los sevillanos con derecho a voto: 81.330. Son la segunda fuerza más votada en cuatro distritos. Quieren el poder y, aunque en solitario no les alcanza, ya pueden olerlo.

Alejados en ideología están Ciudadanos, más próximos en resultados. Sus 55.445 sufragios incrementan en un 85 por ciento por ciento los de mayo de 2015, cuando 29.861 les valieron para hacerse con tres concejalías. Es evidente que sus votos proceden en buena medida de las pérdidas del PP: en los Remedios y Nervión han logrado casi la misma cantidad de votos que los populares han perdido respecto a las pasadas generales.

Los datos absolutos casi obligan a empezar por orden. Las sensación de que el cambio está llegando plantea dudas. Porque incluso Sevilla, que se ha mostrado más conservadora que muchos otros territorios, le ha abierto la puerta a Podemos y Ciudadanos. Todos tendrán que sentarse y hablar desde ya pero, seguramente, pensando en el futuro.