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Las herencias inferiores a 250.000 euros ya no pagarán impuestos

PSOE y Ciudadanos pactan elevar el mínimo exento de la tasa de sucesiones y donaciones

17 jun 2016 / 18:22 h - Actualizado: 17 jun 2016 / 23:34 h.
"PP","PSOE","Ciudadanos","Parlamento de Andalucía","Elecciones Generales 2016","Susana Díaz","Juanma Moreno","Juan Marín"

En plena campaña electoral, PSOE y Ciudadanos (C’s) han cerrado el acuerdo para ampliar a 250.000 euros el mínimo exento de pagar el impuesto de sucesiones y donaciones, cuyo tope estaba ahora en 175.000 euros. La medida afecta a herencias recibidas de parientes directos y tendrá efecto a partir del 1 de enero de 2017. Para bases imponibles más altas –entre 250.000 y 350.000 euros– se creará una reducción adicional de 200.000 euros. Es decir, las herencias por individuo comprendidas en ese intervalo sólo tributarán por el exceso sobre los 200.000 euros. Si la herencia alcanza los 270.000 euros, el heredero tributará sobre 70.000 euros.

El acuerdo también incluye nuevas reducciones por herencia de vivienda habitual para cada uno de los parientes fallecidos que hubiesen convivido con él durante los dos años anteriores al fallecimiento: el heredero no tendrá que pagar nada a Hacienda si recibe un inmueble con un valor de hasta 122.606,47 euros. Cuando el coste de la vivienda exceda de los 242.000 euros, la reducción fiscal será del 95 por ciento del valor total. Esta medida entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el BOJA, previsiblemente este mismo año.

El tercer apartado del acuerdo es la reducción del 99 por ciento del impuesto para explotaciones agrícolas heredadas (por transmisión de empresa individual parar parientes directos: cónyuge, descendientes o adoptados). Esta medida también entrará en vigor de forma inminente.

El impuesto de sucesiones y donaciones es una tasa de titularidad estatal cuya gestión está cedida a las comunidades desde 1997. En Andalucía, si los bienes que percibe un heredero tienen un valor, en base imponible, no superior a los 175.000 euros, los beneficiarios están exentos de pagarlo. Pero por encima de esa cantidad, los andaluces son de los que más pagan a Hacienda por recibir una herencia, entre el 7,5 y el 34 por ciento del valor neto de bienes y derechos recibidos. Ahora mismo, a un hijo con 28 años y emancipado que hereda de su padre fallecido varios bienes (vivienda no habitual y cuenta corriente) por valor de 200.000 euros, Hacienda le retiene actualmente una cuota de 28.250 euros. Con la reforma prevista no tendría que pagar nada. Otro supuesto, que explicó ayer el portavoz de C’s en el Parlamento, Juan Marín, es el de una familia que tenga dos hijos, cuando su base imponible sea inferior a 500.000 euros, también pagarán cero por una herencia recibida. Hasta ahora suponía que por esos 250.000 euros cada hijo tenía que pagar unos 38.875 euros por la herencia.

C’s negociaba con el PSOE la eliminación paulatina de este impuesto casi desde el inicio de legislatura. La Junta se ha resistido a fulminarlo, alegando que se trata de una tasa que grava, sobre todo, a las capas más adineradas. En 2015 el número de declarantes en Andalucía fue de 267.553, de los que sólo un siete por ciento (19.487) tuvo que pagar el impuesto de sucesiones. Además, sólo 5.653 de los declarantes familiares directos (de hijos a padres) tuvieron que ingresar por sucesiones el año pasado (2015), según datos de la Consejería de Hacienda. El impuesto de sucesiones, que en Andalucía dejará 367 millones de ingresos en 2016.

El líder del PP-A, Juan Manuel Moreno, denuncia que 5.980 familias renunciaron a su herencia en el último año para evitar retenciones fiscales tan elevadas. Los populares han presentado dos proposiciones de ley fallidas en el Parlamento para pedir su eliminación –ambas apoyadas por C’s y rechazadas por el resto– y recogió 327.000 firmas pidiendo su supresión. Al final la formación naranja le ha arrebatado la iniciativa política, con ayuda del PSOE.

En plena campaña electoral, PSOE y Ciudadanos (C’s) han cerrado el acuerdo para ampliar a 250.000 euros el mínimo exento de pagar el impuesto de sucesiones y donaciones, cuyo tope estaba ahora en 175.000 euros. La medida afecta a herencias recibidas de parientes directos y tendrá efecto a partir del 1 de enero de 2017. Para bases imponibles más altas –entre 250.000 y 350.000 euros– se creará una reducción adicional de 200.000 euros. Es decir, las herencias por individuo comprendidas en ese intervalo sólo tributarán por el exceso sobre los 200.000 euros. Si la herencia alcanza los 270.000 euros, el heredero tributará sobre 70.000 euros.

El acuerdo también incluye nuevas reducciones por herencia de vivienda habitual para cada uno de los parientes fallecidos que hubiesen convivido con él durante los dos años anteriores al fallecimiento: el heredero no tendrá que pagar nada a Hacienda si recibe un inmueble con un valor de hasta 122.606,47 euros. Cuando el coste de la vivienda exceda de los 242.000 euros, la reducción fiscal será del 95 por ciento del valor total. Esta medida entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el BOJA, previsiblemente este mismo año.

El tercer apartado del acuerdo es la reducción del 99 por ciento del impuesto para explotaciones agrícolas heredadas (por transmisión de empresa individual parar parientes directos: cónyuge, descendientes o adoptados). Esta medida también entrará en vigor de forma inminente.

El impuesto de sucesiones y donaciones es una tasa de titularidad estatal cuya gestión está cedida a las comunidades desde 1997. En Andalucía, si los bienes que percibe un heredero tienen un valor, en base imponible, no superior a los 175.000 euros, los beneficiarios están exentos de pagarlo. Pero por encima de esa cantidad, los andaluces son de los que más pagan a Hacienda por recibir una herencia, entre el 7,5 y el 34 por ciento del valor neto de bienes y derechos recibidos. Ahora mismo, a un hijo con 28 años y emancipado que hereda de su padre fallecido varios bienes (vivienda no habitual y cuenta corriente) por valor de 200.000 euros, Hacienda le retiene actualmente una cuota de 28.250 euros. Con la reforma prevista no tendría que pagar nada. Otro supuesto, que explicó ayer el portavoz de C’s en el Parlamento, Juan Marín, es el de una familia que tenga dos hijos, cuando su base imponible sea inferior a 500.000 euros, también pagarán cero por una herencia recibida. Hasta ahora suponía que por esos 250.000 euros cada hijo tenía que pagar unos 38.875 euros por la herencia.

C’s negociaba con el PSOE la eliminación paulatina de este impuesto casi desde el inicio de legislatura. La Junta se ha resistido a fulminarlo, alegando que se trata de una tasa que grava, sobre todo, a las capas más adineradas. En 2015 el número de declarantes en Andalucía fue de 267.553, de los que sólo un 7 por ciento (19.487) tuvo que pagar el impuesto de sucesiones. Además, sólo 5.653 de los declarantes familiares directos (de hijos a padres) tuvieron que ingresar por sucesiones el año pasado (2015), según datos de la Consejería de Hacienda. El impuesto de sucesiones, que en Andalucía dejará 367 millones de ingresos en 2016.

El líder del PP-A, Juan Manuel Moreno, denuncia que 5.980 familias renunciaron a su herencia en el último año para evitar retenciones fiscales tan elevadas. Los populares han presentado dos proposiciones de ley fallidas en el Parlamento para pedir su eliminación –ambas apoyadas por C’s y rechazadas por el resto– y recogió 327.000 firmas pidiendo su supresión. Al final la formación naranja le ha arrebatado la iniciativa política, con ayuda del PSOE.

Un anuncio en campaña que fragmenta el voto del PP

El partido de Albert Rivera aboga por la eliminación del impuesto de sucesiones y donaciones, igual que el PP. Sin embargo, la Junta defendía hasta ayer su mantenimiento, porque se trata de una tasa que grava a las capas más adineradas. Ciudadanos, que sustenta al Gobierno de Susana Díaz, ha hecho de la eliminación de este impuesto un objetivo político de primer orden, hasta el punto de que ha peleado a codazos desde el inicio de la legislatura con el PP para adueñarse de la iniciativa. Los populares la han registrado dos veces como proposición de ley en el Parlamento –contando con el apoyo de C’s y el rechazo de PSOE, Podemos e IU– y han recogido 327.000 firmas en la calle pidiendo su supresión.

Finalmente, C’s ha logrado su objetivo, y el PSOE ha cedido estratégicamente todo el protagonismo del anuncio a sus socios, que se han colgado la medalla en plena campaña para las elecciones generales del 26 de junio. No ha sido una decisión casual. Las encuestas vaticinan un empate en escaños entre PSOE y PP en Andalucía. Algunos sondeos incluso ponen a los populares por delante, en caso de que la coalición Podemos-IU arrebate muchos votos a los socialistas en determinadas provincias. Al permitir que C’s esgrima un logro político de estas características ante su electorado en plena campaña, Susana Díaz no busca sólo contentar a sus socios o beneficiarles electoralmente, sino fragmentar el voto conservador, en detrimento de su principal perseguidor: el PP. La presidenta andaluza expresó ayer en Cádiz su «satisfacción» ante el acuerdo con C’s y «cumplir la palabra con los andaluces».