Todo cambia para que todo siga igual: gana el PSOE en Sevilla

Al final se cumplieron casi todos los pronósticos y todo salió más o menos como estaba previsto, lo que no quita para que el mapa político de la provincia de Sevilla sufriese este 20-D un seísmo de altísima intensidad. Por un lado, se confirmó la irrupción de Podemos y Ciudadanos forzando a las bravas la ruptura de un bipartidismo que resiste en los dos primeros puestos, sí, pero dejándose en el empeño más de 208.000 votos, lo que supone que PSOE y PP han perdido casi un tercio de los apoyos que conjuntamente lograron en 2011; por otro, y pese a todo, el PSOE ha vuelto a erigirse en claro ganador en la provincia. Ha perdido más de 72.000 votos y un diputado, pero los cinco parlamentarios que ha sacado suponen incluso una mejora sobre lo que apuntaban los pronósticos previos.

Encabezados por Antonio Pradas, los socialistas han resistido el asalto principalmente de Podemos (que se quedó con dos diputados, lo que implica que Luis Carlos Rejón, uno de sus fichajes mediáticos, no ha logrado el acta) y se benefició de que IU perdió el parlamentario que aspiraba a conservar. El nuevo dibujo político de la provincia lo completa el PP, que sufre la mayor sangría en respaldo (se deja más de 135.000 votos y dos diputados), mientras que Ciudadanos cumplió los pronósticos al hacerse con dos escaños.

Es decir, que todo ha cambiado... pero todo sigue igual porque ha vuelto a ganar el PSOE. Sevilla se mantiene como una de las escasas manchas rojas en el mar azul que es el mapa nacional, al que se incorporan incluso algunas gotas moradas. Muchos colores pero una evidencia incontestable: los socialistas han vuelto a ganar en una provincia en la que se han alzado con el triunfo en las 12 elecciones generales celebradas desde la reinstauración de la democracia.

Las cifras son una sucesión de datos contradictorios para el PSOE. Ha ganado, pero se ha dejado 72.000 votos; ha perdido un diputado, pero es uno más de lo esperado; ha caído en siete puntos su respaldo, pero ha incrementado la ventaja con el segundo de manera clara, que pasa de tres a ocho puntos. Es decir, que el PSOE ha vencido con claridad en este nuevo tiempo en el que se acabaron las grandes distancias y las mayorías aplastantes.

La gran espina clavada para los socialistas sigue siendo la de Sevilla capital, en la que han vuelto a perder frente al PP. Aquí Juan Ignacio Zoido se ha quedado lejos de Cristóbal Montoro, que fue el cabeza de lista popular en 2011, con casi 50.000 votos menos y una pérdida de respaldo del 14%, pero ha revalido un triunfo que se está convirtiendo en una constante. De hecho, ha repetido victoria en los siete distritos en los que ya se impuso hace cuatro años, mientras que el PSOE ha hecho lo propio en los otros cuatro. Como detalle a tener en cuenta, los socialistas se han convertido en la cuarta fuerza en Casco Antiguo, donde le adelantan Podemos y Ciudadanos, mientras que Zoido dejaba a un lado los datos provinciales y se quedaba con que ya es su quinta victoria electoral en la capital: tres municipales, unas autonómicas y estas generales de ayer.

Los hasta ahora monolíticos PSOE y PP se han dejado en la capital más de 80.000 votos, que son los que se apunta directamente Podemos en su primera y espectacular irrupción, unos resultados que ha basado en que ha logrado ser el segundo partido más votado en cuatro distritos. Por encima de los 55.000 se ha quedado Ciudadanos, que ha sido segundo en dos distritos.

En general, el escenario en la capital sigue las mismas pautas que en el conjunto de la provincia: el voto se fragmenta y Podemos y Ciudadanos aparecen en todas las fotografías, pero PP y PSOE mantienen una distancia más que prudencial con los emergentes. Una vez más, todo ha cambiado para que todo siga igual.

Para quien sí que todo ha cambiado ha sido para UP-IU, que no pudo mantener el escaño que había recuperado en 2011. La coalición de izquierdas ha sido la principal perjudicada, más que el PSOE, por la llegada de Podemos, lo que se ha traducido en una pérdida de un tercio de sus apoyos en toda la provincia, una sangría de 30.000 votos que le ha dejado con unos insuficientes poco menos de 62.000. El diputado siempre estuvo lejos, tanto que el partido que se quedó más cerca de pescar el último fue Podemos, al que le faltaron para ello alrededor de 5.700 papeletas.

Más participación y menos voto en blanco

Pese a que la jornada empezó en un tono bajo, al cierre de las urnas la participación en la provincia de Sevilla se situó en el 73,57%, más de dos puntos con respecto al 71,22% de hace cuatro años. Esto significa que votaron 1.100.540 sevillanos y que 395.447 (el 26,43%) se abstuvieron. También hubo menos votos nulos (11.184 frente a los 12.464 de 2011), aunque la diferencia mayor se produjo en el voto en blanco, 9.947 cuando hace cuatro años fueron 13.596. Otro dato a tener en cuenta es que el Partido Animalista (Pacma) se ha convertido en la sexta fuerza política de la provincia, ya que con sus casi 10.000 papeletas ha superado a UPyD (6.500) y VOX (2.700).