«La digitalización no es un fin, sino una herramienta»

La consejera de Educación, Sonia Gaya, defiende la tecnología en la enseñanza en el encuentro ‘Oportunidades de la educación digital’ organizado por El Correo

14 mar 2018 / 18:19 h - Actualizado: 15 mar 2018 / 13:03 h.
"Encuentros El Correo"
  • La consejera de Educación, Sonia Gaya, en el centro, interviene en el encuentro de El Correo de Andalucía entre Antonio Morera y Jerónimo Vílchez. / Fotos: Manuel Gómez
    La consejera de Educación, Sonia Gaya, en el centro, interviene en el encuentro de El Correo de Andalucía entre Antonio Morera y Jerónimo Vílchez. / Fotos: Manuel Gómez

La consejera de Educación de la Junta de Andalucía, Sonia Gaya, abogó ayer por la irreversible incorporación de las nuevas tecnologías en la enseñanza, aunque no sin advertir de la necesidad de hacer el mejor uso posible de ellas, en la inauguración del encuentro Oportunidades de la educación digital que tuvo lugar ayer en el NH Collection de Sevilla.

«En los años 30, la tasa de analfabetismo en España tenía una tasa del 44 %, y en algunos pueblos de Andalucía llegaba al 76 %. La puesta por la educación pública consiguió que aquello fuera recuerdo, y ahora hay muchas personas adultas, muchísimas mujeres, que aprenden idiomas, informáticas, y se relacionan con sus nietos a través de un i-pad», explicó. «Esa apuesta por la educación ha permitido un proceso muy rápido, convergemos a muchísima más velocidad que el resto de las comunidades, porque no podemos convertirnos en analfabetos digitales».

Según Gaya, el reto ahora está en las escuelas, en evitar «esa brecha digital, que existe, y que amenaza frenar el desarrollo social y económico» de Andalucía. «Sin embargo, hay que tener presente que la digitalización es una herramienta, no un fin en sí misma», recalcó.

Además, la realidad dice que esa herramienta, bajo sus distintas formas, debe acompañar al alumno a lo largo de todo su itinerario formativo, universidad incluida, que ocupará aproximadamente un cuarto de su vida. Para la consejera, una palabra clave es responsabilidad: «Los más jóvenes deben también aprender a ser responsables del uso de estas herramientas. Tengo la sensación de que a menudo en las escuelas sentimos un rechazo automático al uso de estas herramientas, y tenemos miedo a no saber enseñar su uso. Pero no podemos ignorar que los niños usan ahora el móvil para todo: compran, se comunican, incluso tienen relación con los docentes a través del correo electrónico».

«Yo misma me sorprendí el día que le pedí a mi hijo que dejara el móvil y estudiara, y me contestó: ‘Mamá, estoy estudiando’. no me cabía en la cabeza que pudiera estudiar en una pantalla de cinco pulgadas», agregó la consejera.

La causa de la mencionada dificultad a la hora de trasladar al alumnado todas las posibilidades que brindan las nuevas tecnologías radica, en parte, en lo rápido que ha cambiado el modelo educativo. «Las fuentes de conocimiento que teníamos antes eran nuestros padres y, en el mejor de los casos, una enciclopedia. Hoy los niños y niñas tienen todo el conocimiento al alcance de la mano, solo con pulsar un botón. Lo que hay que enseñarles es a discriminar la información. Nuestros roles como docentes han cambiado».

Por otro lado, la digitalización en las aulas no solo tendrá influencia sobre la relación entre profesores y alumnos. Según comentó Gaya, también los padres están invitados a sumarse a esta revolución, accediendo a plataformas que les permitirán «saber las faltas de su hijo o la evolución de éste en una asignatura», entre otras funciones. Y también se están poniendo en práctica sistemas para combatir lacras como el ciberacoso y el ciberbullying, incluso contando con la participación de los propios chavales, que están familiarizados con esos medios. «Los propios alumnos nos ayudan y hacen de mediadores para evitar estas situaciones», aseveró. «Hay que dejar de ver estas innovaciones como un enemigo, sino como un aliado».

No obstante, para lograr la idónea incorporación del mundo digital a las aulas es necesario que los centros puedan ser equipados «y que la conectividad no sea una dificultad», recalca. «Hemos aumentado la dotación de los dispositivos –ordenadores, tablets, hasta 19.000 pizarras digitales...–, aunque sabemos que nunca nos pondremos de acuerdo con el debate de los dispositivos. Lo que es seguro es que no podemos renovar los equipamientos completos cada año para dos millones de niños».

Por último, Gaya afirmó que «hay que crear un entorno de innovación educativa que nos ayude a ser mejores, propiciar que todos los estudiantes tengan las mismas posibilidades y que el alumnado esté más motivado. En este momento, el reto educativo es conseguir despertar ese potencial en cada niño y en cada niña», apostilló la consejera de Educación.